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Desenmascarando al hombre que mató a Pablo Escobar es un relato que hace el coronel del Ejército Julio César Prieto sobre Hugo Aguilar Naranjo un coronel retirado de la Policía que alcanzó la Alcaldía de Santander.

Julio César Prieto, en conversación con EL HERALDO, explicó que 'la persona que tiene la aureola de haber supuestamente dado muerte a Pablo Escobar, Hugo Aguilar Naranjo, que gracias a haber posado en esa fotografía logró llegar al cargo de gobernador de Santander, fue una ficha clave de los paramilitares, no solo de ese departamento, sino del bloque central. A parte de llevarlo a la gobernación obligando a la población de Santander a votar en su proyecto político con el peso de las armas, tenían planeado que para el año 2010 fuese candidato para la Presidencia de la República'.

En el 2003 Prieto llegó a San Vicente de Chucurí, en Santanter, para desarrollar sus funciones como comandante del batallón. Al estar en función de su cargo notó que todos los días ocurría un suceso fuera de la legalidad, 'no duré mucho tiempo en darme cuenta que las autoridades en los 9 o 10 municipios que yo manejaba en ese momento, se encontraban completamente permeadas por los paramilitares', precisa el exmilitar.

Frente a la situación sintió la obligación de tomar cartas en el asunto, lo cual le parecía una decisión apenas obvia y constitucional, puesto que su labor era 'combatir y denunciar' cualquier cosa que se encontrara por fuera del margen de la ley.

Memoria histórica

A través de este libro el autor busca dejar constancia de un hecho de corrupción real que presenció durante años de servicio en el municipio y frente al cual estableció las respectivas denuncias penales que terminaron en penas, en la mayoría de los casos, de los acusados. 'El libro hace un paneo desde el año 1956 hasta 2016, que es el lapso que se toca con diferentes eventos. Son las macabras alianzas de quienes quieren ostentar el poder, bien sea con la extrema izquierda o con la extrema derecha. Igualmente alianzas de miembros de la fuerza pública y de dirigentes de elección popular con estructuras armadas con el ánimo de recibir algún beneficio propio ya sea de lucro o políticos', comenta el autor.

Además señala que su intención con este testimonio no es otra que la historia no se vuelva a repetir, contando que en el país se ha permitido que existan verdugos buenos sin diferenciarlos de los que son ‘malos’, cuando en esencia, según aclara el autor, son lo mismo.

Denuncias en su contra

Prieto dice que cuando se empezaron a hacer visibles los resultados que obtuvo contra las estructuras armadas de derecha (paramilitares) notó que las autoridades del departamento iniciaron una campaña de desprestigio en su contra, para bien sea forzar su traslado o provocar su retiro de la institución. En el libro se señalan todos estos acontecimientos en el que los dirigentes, según explica el autor, estaban 'haciéndoles juego a los paramilitares que veían en la labor que estaba haciendo en el batallón una piedra o un obstáculo para continuar desarrollando esa actividad ilegal que habían forjado desde el 97 hasta el 2004 que yo llegué'.