Roberto Perafán nació en Popayán el 25 de marzo de 1917 y falleció, según eran sus deseos, 'con el pincel en la mano en algún lugar de Boyacá', de acuerdo con lo que relata el periódico El Tiempo del 19 de mayo de 2000.
Aunque procedía de una región lejana a la Costa Atlántica, pasó un largo periodo en Barranquilla, tiempo en el que estableció una sólida amistad con el también pintor Alejandro Obregón.
De Perafán siempre se ha señalado que tenía un estilo bastante parecido al de Obregón, sin embargo, desde su círculo señalan que Alejandro era quien tenía un estilo similar al de Roberto. Lo cierto es que ambos tenían en sus obras rasgos comunes, aunque con la impresión del sello personal de cada uno de ellos.
Antonio Perafán escribió un libro sobre su hermano, El caballo indio, que recoge distintas anécdotas y frases sobre la vida del pintor, obra que Roberto no dejaría que fuese publicada hasta su muerte. En el texto hay una frase de su madre, Erminia, en la que dice que 'Si ustedes vieran la parte superior de mis senos se darían cuenta de que Roberto nació pintando'. Perafán recibió clases de arte desde los 3 años.
Fue reconocido como un pintor figurativo impresionista que se inspiró, en la mayoría de sus pinturas, en los paisajes boyacenses. Su obra reúne más de 200 cuadros, en la que retrató caballos, duendes y gestas.
Hallazgos de El Prado. Una de las versiones acerca de los rastros de pinturas encontrados en el hotel El Prado señala que existieron dos murales, uno realizado por Obregón y el otro por Perafán en compañía de Obregón.
Según relata una fuente, que prefirió mantener su identidad en secreto,'lo que sucedió en el hotel El Prado es que los dos trabajaron conjuntamente en uno de los murales'.
Al parecer este mural sería el que, según los hallazgos recientes, estuvo ubicado en el Bar Caribe.
El otro fresco al que se hace alusión fue el pintado por Alejandro Obregón cuando era joven y que fue censurado luego por la Iglesia Católica al considerar que su contenido era inapropiado, de acuerdo a la versión que contaron a EL HERALDO Rodrigo Obregón y Tita Cepeda.