Compartir:

La Sierra Nevada de Santa Marta tendrá la biblioteca indígena más grande del país, con una inversión de más de 1.300 millones de pesos.

Se trata del Centro de Memoria– Biblioteca Indígena de Simonorua, construcción impulsada por el Ministerio de Cultura y tendrá una duración de diez meses.

El Ministerio firmó el convenio con el resguardo indígena de la comunidad ‘Arhuaca’ de la Sierra Nevada de Santa Marta, para dicha construcción. Los centros culturales estarán ubicados en la comunidad de Simonorua, donde hay un gran asentamiento de indígenas ‘Arhuacos’.

José María Arroyo Izquierdo, cabildo-gobernador del pueblo Arhuaco de la Sierra Nevada de Santa Marta, destacó la importancia de la construcción de la biblioteca ancestral para el territorio. 'Hay muchas historias que no fueron documentadas y ahora eso va ser posible. Las próximas generaciones deben conocer y aprender de las tradiciones de nuestros antepasados'.

Por su parte, Consuelo Gaitán afirmó que gracias a estos centros culturales se conservarán las expresiones culturales y de sabiduría de todo un pueblo, quienes tienen un vasto conocimiento en el área de la agricultura, de la cosmología, de las artesanías, entre otras. Estas artes y oficios se van a investigar y consignar en esa biblioteca para el uso de otras culturas y venideras generaciones.

'En nombre de mi comunidad, agradezco el apoyo del Ministerio de Cultura por llevar a cabo este proyecto que ayudara a preservar nuestras tradiciones', expresó el cabildo-gobernador del pueblo Arhuaco.

Con tal de preservar el ambiente ancestral, el Centro de Memoria Indígena y la Biblioteca Indígena serán construidas con una arquitectura especial que respete la tradición arhuaca. 'MinCultura se compromete a hacer una biblioteca con el concepto y con toda la sabiduría del pueblo indígena. Vamos a asesorar y a acompañar la construcción de estos centros culturales bajo un diseño especial, que ya está listo, respetando su cosmovisión', dijo al respecto Consuelo Gaitán.

La Sierra Nevada de Santa Marta es la montaña más alta del mundo a orillas del mar, sólo 40 kilómetros separan al mar Caribe de las nieves perpetuas de este macizo montañoso. Un hito geográfico único en el planeta tierra que comprende una gran diversidad natural.

Este lugar único en el mundo fue la cuna de los ya extintos indígenas Tayronas. Ahora viven allí los descendientes de esa cultura, alrededor de 70 mil indígenas de las etnias Kogui, Arhuaco, Kankuamo y Wiwa, repartidos en las laderas de los departamentos del Magdalena, Cesar y la Guajira.

Son estas comunidades indígenas las más beneficiadas con la construcción de estos centros culturales. 'La biblioteca y el centro de memoria son fundamentales para la socialización de todos nuestros pueblos indígenas', señaló Arroyo Izquierdo, autoridad Arhuaca.