Hace más de 80 años, en las salas de redacción de los periódicos nacionales solo trabajan hombres. Que una mujer quisiera ser periodista era considerado un disparate, pues este, como muchos otros, era un oficio masculino. Todo cambió con Emilia Pardo Umaña, quien fue la primera en tener una voz para hablar de la realidad colombiana en 1934, cuando se vinculó a El Espectador.
Pardo Umaña marcó un camino por el que luego transitarían muchas mujeres que hoy tienen participación activa en los medios de comunicación nacionales, como lo es Myriam Bautista González, quien hace pocos meses hizo el lanzamiento de Rebeldes: osadas y trangresoras mujeres colombianas, libro en el que resalta el legado de la periodista y otras cinco grandes gestoras.
Bautista explica que la idea de hacer esta compilación de perfiles surge de una conversación que tuvo con el editor de Intermedio Editores, quien le planteó la idea de resaltar a un grupo de mujeres colombianas.
La autora decide seleccionar a seis que ya hubiesen fallecido y en medio de la investigación encuentra como elemento común que 'todas han sido mujeres muy fuertes que han dejado una huella muy grande, pero que durante su vida o después de muertas han sido invisibilizadas'.
'La historia opta casi siempre por hombres, una mirada muy patriarcal, muy hegemónica y masculina, que trató de borrar a estas gestoras', agrega Bautista González.
A su vez apunta que, aunque no es la primera en hablar de este grupo de gestoras, le parece importante que sus vidas sigan siendo contadas para saldar la deuda que la historia tiene con sus trabajos.
Este grupo, que resalta Rebeldes, está integrado por Soledad Acosta de Samper, María Cano Márquez, Débora Arango Pérez, Cecilia Cardinal de Martín, Virginia Gutiérrez de Pineda y Emilia Pardo Umaña.
Para la autora el trabajo de investigación fue sencillo gracias a información que se encuentra en línea, sin embargo, señala que con Cecilia Cardinal de Martín fue más difícil acceder a fuentes documentales, por lo que en su perfil fue de vital importancia la ayuda que recibió por parte de las hijas de quien luchó para implementar la educación sexual en Colombia.
'Todas son muy importantes y dejan abierta la curiosidad para seguir investigando sobre ellas', señala Bautista, quien además cuenta que algunas de ellas cuentan con una extensa obra de la que se ha escrito poco desde la academia, como lo es la de Soledad Acosta de Samper.
Por otra parte, la autora considera que si bien este grupo de mujeres lideró una lucha para que la participación femenina dentro de la sociedad se expandiera, aún falta un largo camino por recorrer para llegar a la igualdad.
'Una mujer como la barranquillera Marvel Moreno con una obra escrita tan importante compuesta por sus cuentos y su novela sigue ocupando un lugar muy secundario en la literatura nacional. Me parece que fue tan importante como Álvaro Cepeda Samudio, como por poner un ejemplo de la Costa', dijo Bautista González.
Finalmente expresa que la participación femenina debe dejar de ser una simple 'cuota' y debe pasar a ocupar un lugar con el mismo nivel de importancia que el masculino.