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En la casa de Samuel había un reloj de cuerda al cual, cada cierto tiempo, había que ajustar…dándole cuerda. Esa era una labor del abuelo. La escena inicial es una fotografía familiar que el ilustrador Samuel Castaño evoca para convertirla en un cuento para niños: El tiempo de mi casa. En su historia, el tiempo se descontrola a causa de una dolorosa muerte.

Ese relato, esa muerte, el tiempo detenido, es narrado a través de ilustraciones y textos para los más pequeños, que el mismo Castaño estará compartiendo en el Festival de Literatura Infantil Épico, que acogerá Barraquilla a partir de mañana por segunda vez en este año.

En los dibujos de este cartagenero priman los blancos y los espacios, elementos capaces de jugar en un vacío. Así entonces, Castaño recrea el drama de un hogar en el cual dejan de pasar cosas: la sopa no hierve, la ropa no se seca, las plantas no crecen.

'El lenguaje y mi manera de hacer imágenes se basan, en gran parte, en jugar con lo que está y con lo que no está. Simplifico formas y espacios', cuenta el diseñador gráfico, ganador del Premio Tragaluz de ilustración 2011.

Esa forma de divertirse con el lápiz se ve también en Mil orejas, que recibió en Bolonia, Italia, una mención especial en la categoría New horizons del BolognaRagazzi Award 2015. El libro infantil narra la historia de una mujer que perdió el oído a los siete años y que aprendió a escuchar el mundo desde el silencio.

'Fue un reto ilustrar. Era difícil porque no podía ponerme en ese lugar. Hay otras formas de escuchar y en las ilustraciones los niños encuentran eso: el viento y los grillos, por ejemplo. Hay formas bonitas de caer en cuenta que hay muchas cosas simples en el mundo que nos estimulan', asegura Castaño. Sus obras, junto a muchas otras, abrirán la ventana a un mundo ‘épico’ de letras y palabras. 

El festival

El evento, que se extenderá hasta el próximo 9 de junio, se celebrará en el parque de La Electrificadora y el Club Italiano. Allí los niños y sus familias podrán disfrutar, de forma gratuita, de instalaciones artísticas, talleres, círculos de lectura, exposiciones, encuentros literarios y de un salón del libro dedicado a la literatura infantil y juvenil.

Se tratará, entonces, de un ‘universo’ para promover el desarrollo expresivo y creativo de los niños y niñas, algo que logran los invitados y talleristas del festival gracias al recuerdo de su propia infancia.

'Cuando escribo intento sentirme niña de nuevo. Recuerdo los juegos que me inventaba, las cosas que me gustaban y que más me asustaban. Ser divertida en los cuentos no es fácil porque el humor de los niños no lo es. Puede ser muy negro a veces y es de mucha imaginación', considera la escritora colombiana Juliana Muñoz Toro, autora de Mi hermana Juana y las ballenas del fin del mundo y 24 señales para descubrir a un alien.

Junto a ella estarán la ilustradora chilena Alejandra Acosta, ganadora de la Medalla Colibrí Ibby Chile, Mención Ilustración, en 2012 y 2013 y la colombiana Paula Bossio, quien ha recibido reconocimientos en Japón, India, México, Colombia, Korea e Italia por las ilustraciones en libros como El lápiz, Los diferentes y Había una vez tal vez.

Mañana

-En el Parque La Electrificadora: Instalaciones artísticas, talleres y círculo de lectura infantil, de 3 p.m. a 6 p.m.

-En el Club Italiano: Sala de lectura, estudio mapping, exposiciones artísticas con los invitados y salón del libro en el salón Mancini, de 3 p.m. a 6 p.m. A las 5 p.m. un taller de poética surrealista con la ilustradora Paula Bossio.