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Varios lugares turísticos en Francia, incluyendo el Palacio de Versailles, el museo de Orsay o el Arco del Triunfo, estaban cerrados ayer debido a una huelga contra un proyecto de reorganización del Ministerio de Cultura. 

Tampoco abrieron sus puertas al público el castillo de Vincennes, las torres de Notre-Dame ni el Panteón.

Cinco sindicatos acusan al ministerio de Cultura francés de querer 'deshacerse' de 1.500 funcionarios poniéndolos bajo la tutela de establecimientos públicos culturales, lo que el ministerio niega.

Actualmente, aunque estos funcionarios trabajan para estos establecimientos, dependen directamente del ministerio de Cultura.

Según ellos, un proyecto similar fue desplegado en 2003 para el Museo de Louvre y la Biblioteca Nacional de Francia, lo que frenó la movilidad y resultó en una 'precariedad' y 'desigualdad de condiciones'.