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En Vestigios de la Atlántida (1932), la famosa y extensa obra del arqueólogo venezolano Rafael Requena (1879-1946), se difunde y se sustenta el supuesto hundimiento de todo un continente, una idea que en aquella época gozó de respeto y credibilidad, pero que hoy, pese al impacto de las investigaciones de Requena, se ven reducidas a lo que conocemos como 'arqueología fantástica'. 

La pseudoarqueología o arqueología misteriosa y de culto es aquella que hace uso de especulaciones, intuiciones y actos de fe para explicar algunos hallazgos del pasado y que, al no ajustarse al método científico, no suelen mantenerse de pie ante las investigaciones minuciosas. En otras palabras, para el mundo científico, éstas resultan 'indemostrables'.

Así lo explicó Juan Guillermo Martin, arqueólogo y director del museo Mapuka de la Universidad del Norte, donde se llevará a cabo hoy, desde las 5:30 p.m. y hasta las 7:30 p.m., una conferencia sobre las diferencias y semejanzas de la arqueología fantástica y la arqueología científica.

'La gente tiene muchas fantasías en torno al pasado, que entre más lejano más exótico resulta. Es un tema conflictivo porque siempre chocamos cuando hablamos de ovnis, extraterrestres y tesoros. Es entonces cuando hay que entrar a explicar desde nuestro material de estudio', explicó Martin.

Otro de los múltiples ejemplos, actualmente desmentidos por la investigación científica, son los supuestos viajes que los fenicios hicieron a América, argumentados en algunos grabados en rocas e inscripciones halladas en Estados Unidos y Brasil, así como los aviones de oro que se exhiben en el Museo de Oro de Bogotá, artefactos que aún son objeto de debate pues mientras algunos los interpretan como representaciones de naves extraterrestres, otros consideran que estas figuras, que datan entre el siglo V y el arribo de los españoles, obedecen a réplicas de joyas zoomorfas. Es decir, réplicas de animales voladores.

 'Son teorías populares pero sin fundamentación científica y que justo por esa razón perjudican la divulgación de la ciencia. Por eso queremos presentar la problemática y contrastar mediante ejemplos', expresó Rafael Gassón, profesor del departamento de Historia y Ciencias Sociales, quien estará a cargo de la conferencia. 

'En una gran cantidad de municipios y rincones de Colombia, así como en América Latina, el Viernes Santo es un día para ver luces que supuestamente los llevarán a un tesoro. Eso tampoco tiene ninguna base científica, pero esos son los mitos que se tejen en el campo y en la ciudad y que le dan un sentido fantástico a la arqueología', consideró Martin. 

La utilidad

 Aunque esta arqueología fantástica busque ser derrumbada por la ciencia, otro de los puntos que espera abordar Gassón hoy es su utilidad para la promoción de la investigación, puesto que, según lo ha expresado en sus textos el fallecido arqueólogo estadounidense Stephen Williams, la imaginación resulta 'necesaria' en el proceso de creación de conocimientos científicos.

'La idea es generar inquietudes y cuestionamientos sobre la arqueología porque como dice el poeta francés Paul Éluard: hay otros mundos, pero están en éste', concluyó.