Jacobo Lersundi y Nicoleta Dalmar son dos jóvenes como los que usted quizás podría encontrarse en algún centro comercial o fiesta en el norte de Bogotá. De aquellos que no sufrieron una raspadura de codo o un moretón hasta los cinco años, jóvenes tan únicos, de una generación tan curiosa y compleja, que el psicólogo, profesor y escritor antioqueño Sergio Ocampo Madrid califica de 'ególatra, frágil y muy dependiente del reconocimiento'. Es mejor no preguntar (Planeta), su más reciente novela, es un retrato de aquello. De cómo son las relaciones y los amores en las épocas de las pantallas.