Julio Flórez (1867– 1923)fue un héroe romántico, transgresor retórico, nómada apasionado, cuya obra, tras cumplirse 96 años de su muerte, está lejos de olvidarse. Al menos se recuerda desde la antigua aldea de aguas azufradas donde se refugió durante sus últimos 15 años. En Usiacurí, desde una casa museo con su nombre, donde aún 'brotan entumecidas mis flores negras'.
Desde allí se conmemorarán hoy los 96 años de la muerte del destacado poeta colombiano, autor de una obra que supo robustecer la poeticidad del lenguaje en Colombia durante una época marcada por las guerras civiles partidistas, la anarquía y los golpes militares.
'Julio Flórez se inmortaliza porque con su poesía supo interpretar el dolor y sufrimiento de Colombia como patria oprimida bajo las hegemonías conservadoras de la época. Una poesía inicialmente combativa, con un fuerte compromiso social por el amordazamiento y represión que se vivía', destaca Margarita Macías, directora ejecutiva de la Casa Julio Flórez.
El homenaje al considerado cantor de la muerte, bardo del pueblo y último romántico colombiano, se celebrará a partir de las 10 a.m. en la entrada de la casa que Flórez compró hace más de cien años por la suma de setenta pesos oro. Allí, donde vivió con sus cinco hijos y su esposa, la usiacureña Petrona Moreno.
Del acto participará la comunidad del municipio, la comitiva de la Universidad Simón Bolívar, las autoridades y los familiares del poeta.
El tributo se iniciará con una ofrenda floral en el monumento dedicado al Poeta Nacional y continuará con una muestra de declamación de sus poemas por parte de los artistas del municipio.
La poesía de Flórez. Entre su obra poética, que refleja el romanticismo tardío de Colombia e Hispanoamérica, se destacan poemas como Mis flores negras, Oh poetas, Abstracciones, Idilio eterno, La araña y Resurrecciones, entre muchos otros, en los que hace alusión, principalmente, a las leyendas de la colonia, los heroísmos de la independencia y la conquista.
Flórez, casi siempre cargado de angustia existencial e idealismo, habla de amor, mujeres, humanidad, soledad, melancolía y naturaleza. Lo hace además desde el romanticismo más esencial y desgarrado. De ahí a que sea un 'poeta maldito'. Uno entre lo patético y dramático, entre el modernismo, simbolismo y parnasianismo.
Mis flores negras
Oye: bajo las ruinas de mis pasiones,
en el fondo de esta alma que ya no alegras,
entre polvo de ensueños y de ilusiones
brotan entumecidas mis flores negras.
Ellas son mis dolores, capullos hechos
los intensos dolores que en mis entrañas
sepultan sus raíces cual los helechos,
en las húmedas grietas de las montañas.
Ellas son tus desdenes y tus rigores;
son tus pérfidas frases y tus desvíos;
son tus besos vibrantes y abrasadores
en pétalos tornados, negros y fríos.
Ellas son el recuerdo de aquellas horas
en que presa en mis brazos te adormecías,
mientras yo suspiraba por las auroras de tus ojos...
auroras que no eran mías.