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El Salvator Mundi de Leonardo da Vinci, subastado por 450 millones de dólares en 2017, sigue en paradero desconocido cuando se cumplen 500 años de la muerte del genio italiano.

El cuadro de 65x45 cm, en el que Cristo emerge de las tinieblas bendiciendo con una mano el mundo, mientras con la otra sostiene una esfera transparente, iba a exponerse en septiembre pasado en el museo Louvre de Abu Dabi, socio de la famosa galería parisina homónima.

Pero la sala emiratí anunció que la exposición de la pintura se posponía, sin dar más explicaciones.

El Louvre de la capital francesa organiza este otoño boreal una gran retrospectiva de Leonardo da Vinci, para la cual deseaba exponer la obra. 'El Louvre solicitó al Departamento de Cultura y Turismo de Abu Dabi el préstamo del cuadro', confirmó el museo. Pero 'aún no tuvimos respuesta', añadió. Aún hoy no se sabe oficialmente quién compró el cuadro.

Según The Wall Street Journal, el comprador sería el príncipe saudí Badr bin Abdalá, quien habría actuado en nombre del poderoso príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán, quien nunca confirmó ni desmintió esta información.

En opinión de Artprice, líder mundial de bases de datos sobre cotización de arte, los ulemas (teólogos) de la universidad Al Azhar de El Cairo habrían recomendado a MBS no mostrarse con el cuadro por motivos religiosos: el cuadro presenta a Jesús como salvador del mundo, es decir, como Dios, cuya representación es imposible para el Islam.

Otras fuentes, incluidos historiadores de las religiones, comparten esta opinión.

El Ministerio de Cultura y Turismo emiratí no quiso responder a las preguntas y se limitó a asegurar que son 'propietarios' del cuadro.

Tampoco quiso el Consejo Internacional de Museos, que registra el depósito de obras en los museos, confirmar o desmentir si se realizó un procedimiento entre el Louvre de Abu Dabi y el propietario del Salvator Mundi para oficializar el depósito.

Los expertos interrogados están divididos sobre la localización actual del cuadro. Algunos hablan del depósito del Louvre de Abu Dabi pero otros consideran que nunca llegó allí.

Este misterio se suma a las dudas ya existentes sobre la autoría de la obra, que podría haber sido realizada por discípulos de Da Vinci, y no por el maestro.

'Algunos detalles no engañan, como la rotación del dedo corazón, anatómicamente imposible siendo Da Vinci un gran conocedor del cuerpo humano', explicó Jacques Franck, especialista de la técnica pictórica del genio italiano.