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Un rascacielos pequinés, confiscado a un multimillonario en el exilio, fue subastado este martes en internet por 5.180 millones de yuanes (unos 660 millones de euros), en lo que significó el último avatar de una rocambolesca saga político-financiera.

La espectacular torre de 40 pisos, que domina el estadio Olímpico de los Juegos 2008, estuvo a la venta durante 24 horas en el sitio de remates del gigante chino de Internet, Alibaba.

Más de 145.000 internautas siguieron la subasta, pero solamente hubo dos postores. El comprador, una filial de un grupo inmobiliario, se quedó con la propiedad por poco más del precio de salida. 

En un video colgado a mediados de julio en la red Twitter, el empresario consideraba que el precio de su rascacielos estaba subvaluado.