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Aparecen como si cayeran del cielo, cuando nadie se lo espera. Son cuadros de maestros cubiertos de polvo en algún desván o colgados en una casa humilde como si fueran un almanaque. O incluso subastados a precio de ganga.

El ‘Cristo burlado’ de Cimabue, gran pintor del prerrenacimiento italiano, decoró el interior de una casa en la ciudad francesa de Compiègne, a 70 km de París. Estaba colgado entre la cocina y el salón.

Los propietarios pensaron que era un ícono, un cuadro sin importancia, e ignoraban de dónde venía. Un estudio reciente ha revelado que el precio de este cuadro de 1280 puede alcanzar entre 4 y 6 millones de euros (4,5 y 6,7 millones de dólares).

A continuación recordamos otras tres historias de lienzos surgidos de la nada:

Un Caravaggio en el granero

Una joven, con la mirada perdida, corta la garganta de un hombre con una espada, un cuadro que representa a ‘Judit decapitando a Holofernes’. Cayó en el olvido durante años en el granero de una casa cerca de la ciudad francesa de Toulouse.

Sus propietarios lo descubrieron por casualidad en abril de 2014, al intentar reparar una fuga de agua. Llamaron a un experto, que se encontró, bajo el polvo, con unos trazos fuertes, una escena expresiva y un dominio perfecto del juego de luces.

Después de meses de exámenes, el experto parisino Eric Turquin lo atribuyó al maestro italiano del claroscuro Caravaggio. Algunos especialistas lo ponen en duda, pero la mayoría considera que la obra es un auténtico Caravaggio. Su valor estimado supera los 120 millones de euros (133 millones de dólares).

El cuadro se vendió de común acuerdo en junio de 2019. Se cree que lo compró el coleccionista estadounidense Tomilson Hill.