El Ministerio de Cultura declaró el pasado jueves 4 de junio, día del natalicio de uno de los artistas plásticos fundamentales del país, como el Año del Centenario de Alejandro Obregón.
Al respecto, la ministra de Cultura; Carmen Inés Vásquez, explicó que la resolución expedida tiene el objeto de 'conmemorar el nacimiento, honrar la memoria y promover la divulgación de la obra de uno de los referentes más importantes del arte en Colombia'.
Agregó la jefa de la cartera de patrimonio que 'hay que destacar su aporte al arte nacional como materia de interés para la investigación y referente para las nuevas generaciones de artistas emergentes'.
En el marco de este reconocimiento a uno de los artistas esenciales de Colombia, el Museo Nacional realizará en octubre próximo una exposición donde se exaltará el valor de su obra.
Obregón, recordó el Ministerio, nació el 4 de junio de 1920 en la ciudad de Barcelona (España) y a la edad de 6 años se trasladó con sus padres a Barranquilla.
'Su obra se caracterizó por sus aportes al movimiento expresionista, creando una iconografía esencial para la modernidad en Colombia. Su prolífica trayectoria ha explorado temas asociados a la crítica política y social, los bodegones y la naturaleza colombiana. El trabajo de Obregón, que abarca la producción de pinturas en caballete, murales, gestión cultural y educación, es considerado como uno de los más relevantes e influyentes del arte moderno en Colombia', indica el organismo oficial.
Pone de presente además el Ministerio que Alejandro Obregón siempre estuvo profundamente vinculado al Caribe colombiano y señala que 'aunque estudió en la Escuela del Museo de Bellas Artes de Boston y en la Llotja de Barcelona, su formación se caracterizó por rechazar el academicismo y preferir la educación autónoma de artistas desde Francisco de Goya, Paul Cézanne, Pablo Picasso hasta los muralistas mexicanos'.
Los principales temas de la pintura de Obregón son los retratos de familiares y amigos, además de varios autorretratos, desde el muy cézanniano del pintor sentado que sostiene un pincel (1943), hasta Dédalo (1985), pasando por los Blas de Lezos (1977-1978), los animales (en una fauna interminable que incluye desde cóndores y toros hasta barracudas, mojarras y camarones, pasando por chivos e iguanas), las flores carnívoras y nocturnas, las escenas de violencia y, sobre todo, los paisajes (con claras alusiones al mar, a las playas, a las tempestades, a los eclipses y, especialmente, a los vientos), se lee en el comunicado.