Quienes lo conocieron dicen que para Guillermo Henríquez Torres el paraíso terrenal quedaba en Ciénaga.
Nacido el 10 de julio de 1940 en este municipio del departamento del Magdalena, el dramaturgo, actor, historiador y narrador solía vincular todo lo que veía y admiraba con su tierra de origen. Esto le valió discusiones con temas tan sonados en la región como el vallenato o la obra de Gabriel García Márquez.
Su familia perteneció a la aristocracia criolla del norte del Magdalena. Los cienagueros Félix Henríquez y Helena Torres, sus padres, alcanzaron a beneficiarse de la bonanza bananera en el contexto de la United Fruit Company, que desangró a la región con la explotación del cultivo del banano y se marchó cuando la situación cambió. 'Lo que valía millones en los años anteriores valió menos que una vaca en 1966', escribió en uno de sus libros a propósito de la salida del país de la multinacional estadounidense.
Después de terminar el bachillerato en los años 60, Henríquez hizo estudios de sociología en la Universidad Nacional de Bogotá con Orlando Fals Borda y Camilo Torres. Posteriormente, se licenció en Teatro en la Escola D’ Art Dramatic Adriá Gua de Barcelona, donde estrenó su obra El cuadrado de Astromelias frente a un público que incluía a figuras como García Márquez y Carlos Fuentes.
Clinton Ramírez, escritor cienaguero, lo conoció y lo recuerda en el tiempo de su regreso de España. 'Lo veía todas las tardes o por la mañana yendo al colegio San Juan del Córdoba, donde daba clases de teatro'. Era 'un hombre joven, simpático, con bastante cabello, que usaba camisas chinas azules, pantalones crema y siempre tenía una gafas Ray-Ban'.