El armadillo, pato, conejo, carnero, gallina y guartinaja son solo algunas de las proteínas que trajo como novedad la versión 29 del Festival del Pastel de Pital de Megua, que se cumple en el corregimiento de Baranoa.
El evento, que comenzó este sábado y se extiende hasta hoy, convoca a los atlanticenses para que se deleiten con una de las recetas más típicas de nuestra región: el pastel.
El inconfundible olor que desprende el envuelto se puede percibir a metros de distancia. Una fila de carros a la entrada del corregimiento es lo primero que se observa al llegar a la Tierra del Pastel. Con la opción de drive thru (servicio al carro) los atlanticenses recogen su pedido en su automóvil si no desea sentarse a consumirlo en las carpas.
EL HERALDO recorrió las angostas calles de Pital de Megua para conocer cómo se han vivido estos días del festival y por qué se ha convertido en un atractivo para propios y visitantes.
En las mesas se escuchaban los halagos de los comensales que quedaban complacidos. Las matronas pitaleras no dejaban de vender; mientras que los consumidores, uno tras otro rodeaban las mesas.
Los 35 puntos autorizados para la venta del producto mantenían el aforo controlado con el apoyo de la logística.
Grandes, pequeños y hasta mascotas llegan a disfrutar de esta experiencia gastronómica que cuenta con las estrictas normas de bioseguridad.