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En la historia del Festival Vallenato solo han sido coronado cuatro Rey de Reyes, acordeoneros que tras haber obtenido su título como Reyes Vallenatos volvieron al ruedo para participar en el concurso exclusivo para ganadores que se venía cumpliendo cada década, desde 1987. Sin embargo, la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata decidió acortar los tiempos para este tipo de contienda y ahora se realiza cada cinco años.

En este cuadro de honor están fijados en letras doradas los nombres de Nicolás Elías ‘Colacho’ Mendoza cuya hazaña la logró en 1987, Gonzalo Arturo ‘el Cocha’ Molina (1997), Hugo Carlos Granados (2007) y Álvaro López (2017).

Este año se conocerá el nombre del quinto Rey de Reyes, título que será disputado entre 17 experimentados digitadores.

En esta segunda entrega nos enfocaremos en los dos primeros grandes monarcas: Colacho Mendoza (QEPD) y El Cocha Molina.

El primero fue Rey Vallenato en 1969 y conquistó la primera corona del concurso Rey de Reyes, en 1987, cuando el Festival Vallenato celebraba 20 años de historia. También fue compañero de fórmula de grandes cantantes de este género, entre ellos: Diomedes Díaz, Jorge Oñate y Poncho Zuleta.

Este músico nacido en 1936 en el corregimiento Sabanas de Manuela - San Juan del Cesar (La Guajira), en el hogar de Andrés Mendoza y Juana Daza, hizo carrera en innumerables parrandas en la capital cesarense, donde descrestaba con su nota pesada. Allí fue descubierto por el ganadero Armando Pavajeau, quien tras escucharlo jamás lo volvió a dejar solo.

El historiador y experto en folclor vallenato, Julio Oñate, destaca que a pesar de que Colacho no había tenido ninguna formación académica, era de aquellas personas que nacen llenas de virtudes extraordinarias.

'Algunos pensaban que era un artista de élite porque frecuentaba círculos cerrados, pero la verdad es que ‘Colacho’ encarnó el símbolo del juglar tradicional. Siempre impuso y mantuvo esa fidelidad por la más auténtica expresión del vallenato y sus virtudes de digitador excelso. Por eso se impuso en el primer Rey de Reyes ante adversarios más jóvenes y briosos, o de más peso, por la imagen que traía, por sus interpretaciones brillantes, frescas y al mismo tiempo ortodoxas. Lo defino como el acordeonero más auténtico del vallenato'.

Según nuestro Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, era el mejor intérprete de la música del maestro Rafael Escalona, algo que posteriormente el compositor patillalero ratificó.

Jaime Pérez Parodi ‘La Biblia del vallenato’, que en 1987 leyó en la plaza ‘Alfonso López’ de Valledupar el fallo que dio ganador a Colacho en el primer Rey de Reyes, recordó que pese a que muchos querían ver triunfador a ‘Alejo’ Durán, otra parte valoró el logro del guajiro. 'Colacho demostró cómo se tocaba la puya, el son y el paseo, es más la secuencia que tiene el vallenato en la actualidad se le debe a este señor, él fue quien le dio impulso a la puya, no fue Alfredo Gutiérrez como dicen muchos, fue él con el tema Cuando el tigre está en la cueva (1969), que había grabado con Poncho Zuleta'.

Otro que evoca ese día histórico para el vallenato fue Wilber Mendoza, hijo de Colacho. 'Recuerdo muy bien esa fecha, yo tenía 23 años y era quien le llevaba los acordeones a mi padre. Así que presencié de cerca aquel momento en que ‘Alejo’ Durán se autoelimina. Tras ganar la corona entre 20 acordeoneros, mi viejo comenzó a festejar. Nos fuimos a la casa de Hernando Castro y le dimos duro hasta la 1 de la tarde del día siguiente. Esa ha sido una de las coronas más celebradas, porque no se paró de beber durante una semana', dijo Wilber quien ostenta el título de Rey Vallenato 2013 y este año es uno de los 17 soberanos que aspira a conquistar la quinta corona Rey de Reyes.

Colacho Mendoza tuvo una imagen emblemática artística y personal con un sombrero, que públicamente solo se quitó cuando fue coronado Rey de Reyes y que sirvió para dar a conocer su prolongada calvicie. 'No le gustaba que lo vieran sin sombrero', remató su hijo Wilber.

El cantante Ivo Díaz, que permaneció 14 años junto a Colacho, también lo recordó. 'Siempre lo tendré en la memoria como el gran señor del acordeón, un hombre excepcional con el que tuve la fortuna de grabar 10 álbumes y del cual aprendí la disciplina, la formalidad y la puntualidad'.

Colacho falleció el 27 de septiembre de 2003, en Valledupar por una afección cardiaca.