'No hay vida humana sin naturaleza y por muchas vueltas que le demos, el agua va desde hidratar nuestro cuerpo hasta lo más profundo de la fabricación de lo que usamos'.
Motivada por la influencia de varios movimientos sociales, Yayo Herrera decidió estudiar ingeniería creyendo la biodiversidad consistía en crear un ‘arca de Noé’ con la que, guardando elementos en tubos de ensayo, podría salvar el planeta del cambio climático.