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El Festival Internacional de Cine de Cartagena (Ficci) fue el escenario en el que, después de una década sin estrenar un filme, el director colombiano Sergio Cabrera presentó su nuevo trabajo cinematográfico: Todos se van. La película, basada en el libro de la novelista cubana Wendy Guerra, narra la historia de Nieve, una niña de 8 años que se encuentra en medio de la lucha de sus padres por obtener su custodia. EL HERALDO habló con el director paisa acerca del nuevo filme y del momento por el que atraviesa la cinematografía colombiana.

¿Qué fue lo que le cautivó de la novela de Wendy Guerra para basar en ese libro el guion de ‘Todos se van’?

Cuando leí el libro me llamó mucho la atención la forma como la escritora logra entrar en el mundo de los niños, tanto, que me hizo sentir un niño a mí también. Siempre he tenido una debilidad por contar cosas que tengan que ver con niños, desde mi primera película –Técnicas de duelo–. Me parece muy importante tener una mirada sobre ese mundo, porque la infancia es como el germen de la sociedad. Además me atrajo mucho la historia propiamente, la historia de una niña que es tan valiente, que se enfrenta a la autoridad, a su padre, su madre, sus profesores, al juez, a todo. Entonces la película es como una gran paradoja sobre el poder y la búsqueda de la libertad.

¿Qué le permite hacer el cine que la televisión no?

Hay una gran diferencia entre la televisión y el cine, porque aunque la técnica es parecida, el lenguaje es diferente, en el sentido que en cine yo respondo por cada segundo, por cada fotograma, porque tengo control total de eso. En cambio, la televisión es un medio mucho más industrial donde hay que conciliar muchos intereses y muchos puntos de vista, porque ahí ya intervienen las empresas y las decisiones que se tomen en juntas directivas.

La película se ubica en la Cuba de los años 80, ¿qué hace que su historia sea universal y traspase las barreras de esa isla?

Lo que sucede en Todos se van es una historia que puede pasar y pasa en todas partes. Lo que busco es que se reflexione con más profundidad sobre el tema que se está tocando y en la importancia de aprender a cuidar a nuestros niños y recordar lo que fue nuestra infancia. Porque de esa forma creo que podemos comprendernos mejor.

¿Cómo cree que se encuentra la producción cinematográfica en el país actualmente?

Creo que estamos pasando por un muy buen momento, porque el apoyo del Gobierno ha crecido, hay muchos cineastas jóvenes que pienso son muy arriesgados y valientes. Al igual que yo, no están buscando historias fáciles, sino transmitir las emociones que sienten al ver un país con problemas. Yo me sentiría mal si el cine colombiano fuera un cine complaciente y es que en general los cineastas son artistas muy sensibles a los problemas del mundo y lo lógico es que en sus producciones reflejen tales problemas.

¿Qué tiene la película ‘Todos se van’ que sea muy de Sergio Cabrera, muy de su esencia como ser humano?

De eso tiene muchísimo, la película es de alguna forma –aunque el libro no lo escribí yo– algo que tiene que ver mucho con mi infancia, yo conozco mucho ese mundo que se muestra ahí y todo eso me recuerda mi propia infancia.