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Carrie Fisher tenía en su sistema una mezcla de drogas, incluyendo cocaína y éxtasis, cuando sufrió un infarto que finalmente acabó con su vida, informó el lunes un médico forense.

La actriz de La guerra de las galaxias, que saltó al estrellato como la Princesa Leia, fue trasladada a un hospital en Los Ángeles el 23 de diciembre tras desplomarse en un vuelo desde Londres y fue declarada muerta cuatro días después.

Había cantidades de alcohol y opiáceos en su sistema, según el informe de toxicología, que dijo que las pruebas sugieren que hubo 'exposición a la heroína, pero la dosis y el momento de exposición no pueden ser determinados'. 'Por lo tanto, no podemos establecer el peso de la heroína respecto de la causa de la muerte en este caso', agregó el informe, enviado a la AFP por la oficina del forense del condado de Los Ángeles.