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Después de su éxito con El páramo (2011), película con la que ganó el premio a Mejor Director Revelación en el Festival de Cine Fantástico de Sitges y Mejor Guion Iberoamericano en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara –FICG–, el cineasta, Jaime Osorio Márquez, regresa a las salas de cine colombianas con Siete cabezas, filme, que según comentó, considera mucho más arriesgado que su ópera prima.

'El páramo, aunque en su momento no la podía clasificar tan fácilmente como una película de terror, es claro que se movía dentro de los parámetros del cine de ese género así en el fondo hablara del conflicto colombiano y del miedo como generador de violencia. Siete cabezas por su parte propone una lectura más personal que varía de espectador a espectador', explicó.

En ese sentido también contó que 'aunque la experiencia de quienes la han visto ha sido siempre visceral e intensa, cada quien tiene una interpretación de los símbolos y las metáforas que se mueven bajo la trama', y adicionó que cuando se plantea una historia que puede ser leída desde distintos ángulos y que además le exige al espectador permanecer activo, 'se corre el riesgo de dejar atrás a algunos de ellos'.

El nombre de la película está inspirado en el 'Gran Dragón Rojo de Siete Cabezas' del apocalipsis y cuenta la historia de Marcos, quien es un retraído guardabosque que siente que el endeble equilibrio que había conseguido al decidir aislarse en un parque natural, puede venirse abajo al mudarse una pareja de biólogos que investiga una extraña mortandad de animales.

En este filme el director vuelve a rodar en un lugar con condiciones difíciles tanto para la producción de la cinta como para los actores. 'Me gusta la idea de encerrar a los personajes en espacios abiertos y confrontarlos a sus propios fantasmas y demonios. Además, Siete cabezas habla sobre el fin del mundo así que me parecía interesante que la historia se desarrollara en un refugio de vida como lo es un parque natural', expresó.

La producción. El equipo detrás de la película cuenta con algunos de los talentos más destacados a nivel nacional. La producción estuvo a cargo de Jorge Forero, director de Violencia, quien junto a Diana Bustamante, productora ejecutiva de Siete cabezas, y Paola Pérez Nieto, directora de producción, fueron los productores de La tierra y la sombra, película que ganó la Cámara de Oro. El otro productor de la cinta es Andrés Calderón, socio fundador, CEO y productor ejecutivo de Dynamo.

La fotografía estuvo a cargo de David Gallego, quien también fue director de fotografía de El abrazo de la serpiente. Carlos García fue el encargado del diseño y la mezcla sonora, quien ha participado en producciones como Nymphomaniac de Lars Von Trier, Pájaros de verano y El abrazo de la serpiente. El director de arte fue Ramsés Benjumea, quien ha participado en Los 33, Sundowners, El abrazo de la serpiente, Karen llora en un bus, Violencia y Los viajes del viento. La música estuvo a cargo de Camilo Sanabria, compositor quien ha desempeñado esa función en Amazona, Todo comenzó por el fin, Alias María, Pride and Glory, y las series de televisión Ugly Betty y Chuck.

Osorio contó que esto fue posible gracias a que todos querían trabajar hace tiempo juntos. 'Cuando tuvimos la idea de hacer la película el equipo se conformó muy rápidamente. Éramos fans de las películas que habían hecho los otros y por supuesto nos conocíamos bien, entonces cuando llegó la hora de trabajar juntos la sinergia fue enorme'.

El elenco. El director explicó que antes ya había trabajado con la mayoría de los actores, excepto con Alexander Betancur quien interpreta a Marcos y a Philippe Legler. 'A Alexander lo conocí en una función de teatro y me llamó la atención porque era una especie de mezcla entre fragilidad y fortaleza', manifestó, y dijo que 'Philippe hizo una pequeña audición de un par de escenas que bastó para que yo quisiera trabajar con él.

Siete cabezas tendrá su estreno nacional el 19 de octubre.