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Owen Wilson no solo se robó aplausos en Cartagena. El actor de Medianoche en París, Shanghai kid y Sin escape, se convirtió en un verdadero ‘rompecorazones’ que se robó decenas de suspiros entre las asistentes al Festival Internacional de Cine.

Vestido con un chaleco azul, que aseguró haber comprado en la Heroica, y luciendo un sombrero blanco que lo acompañó desde su llegada a la ciudad el pasado jueves, el actor hizo su entrada triunfal al patio del Centro de Formación de la Cooperación Española, mayoritariamente ocupado por mujeres.

El esperado conversatorio entre Owen Wilson y los asistentes del Ficci no podría estar mediado por algo diferente al humor. Es su sello, su sex-appeal, el atributo que lo hizo una de las caras más conocidas de la comedia en Hollywood.

'El humor es una forma de resiliencia. Es una forma de sobrellevar la vida', dijo contundentemente sobre la forma en la que el humor ha estado presente en su vida.

Y es que hacer buenos chistes y retorcer a la gente de carcajadas, no es algo que se aprenda en academias o clases de actuación. Es un estilo o una especie de don, que Wilson parece haber ido cultivando sin darse cuenta desde muy pequeño cuando en su casa el juego preferido por él y sus hermanos era imitar las reacciones de su padre.

'Tuve la fortuna de crecer en una familia donde nos reíamos mucho, hacíamos chistes, esa también era una forma de nuestros padres para educarnos (…) cuando éramos niños hacíamos imitaciones de mi padre y eso hizo que creciera en un entorno familiar muy creativo', relató el actor de 49 años, cuya carrera en el cine se inició en 1994 junto al conocido director Wes Anderson, con quien luego trabajaría en películas como Ladrón que roba ladrón, Academia Rushmore, The Darjeeling Limited y El gran hotel Budapest.

Esta relación de confianza y trabajo con Anderson—describió— marcaría la ruta en la que Owen encontró su propia ‘fórmula mágica’ para desarrollar cada uno de los cerca de 50 papeles que ha interpretado a lo largo de su vida.

'Me gusta entrar en confianza con el guion para hacer mis aportes, para sentirme cómodo, ensayar, probar cosas de manera más relajada y aportar', señaló el actor que define la actuación casi como un juego de niños.

'Ser actor es como ser un niño. Es jugar con la realidad y hacer a los demás creer algo', detalló.

Su amistad y sus varias actuaciones junto a Ben Stiller y Jackie Chan también estuvieron a la orden del día en la jornada de preguntas de los asistentes al concurrido conversatorio. En cada uno de los dos casos, Wilson contestó que han sido determinantes para su desarrollo actoral.

'Ben Stiller es un aporte muy importante para mi carrera y mi vida. Varias de las películas en las que actuamos juntos llegaron a mis manos por invitación de Ben', relató.

Pero no solo la comedia ha marcado la carrera de esta luminaria del cine de Hollywood. Su participación en cintas como Tras las líneas enemigas, Sin escape y su reciente protagónico en Maravilloso al lado de Julia Roberts, también hacen del estadounidense un actor versátil que puede recorrer la risa y el llanto en un mismo papel.

'Lo único que busco en una película es que sea agradable para ver. No solo debe ser realista sino también interesante', afirmó.

Owen Wilson se despidió del multitudinario público del Ficci asegurando que Cartagena es mejor de lo que esperaba y que quisiera grabar en la capital del departamento de Bolívar.

'No me esperaba esto. Es un honor porque es un encanto poder hablar de humor. Sería genial hacer una película aquí'.