Los padres de un niño de dos años torturado y asesinado por otros dos menores en 1993 en Liverpool (noreste de Inglaterra) reclamaron el jueves que un corto sobre su muerte sea retirado de la lista de nominaciones a los Óscar y que no sea distribuido.
En 1993, Jon Venables y Robert Thompson, de 10 años en esa época, habían secuestrado, torturado y matado al pequeño James Bulger en Liverpool. El cuerpo del menor fue encontrado dos días después cerca de una vía del tren, en un caso que conmocionó al país.
El director irlandés Vincent Lambe realizó un corto de 30 minutos titulado 'Detainment' (Detención) y presentado como una 'historia real basada en las transcripciones de los interrogatorios [con la policía] y de las grabaciones'.
Los padres de James Bulger, Denise Fergus y Ralph Bulger, piden al director que retire su cortometraje de la carrera para el Óscar y que renuncie a su distribución.
'Le decimos a Vincent Lambe, ya que postula para el Óscar, que se retire él y que retire su película de la esfera pública', declaró Ralph Bulger, según declaraciones difundidas el jueves por la agencia de prensa británica PA.
'Una cosa es hacer una película sin contactar o pedir la autorización de la familia de James y otra es hacer a un niño interpretar las últimas horas de la vida de James antes de que fuera brutalmente asesinado y hacer revivir todo eso de nuevo a mí y a mi familia', tuiteó el martes la madre del pequeño, que dijo estar 'muy enfadada y conmocionada'.
Una petición para que se retire el filme de la lista de las nominaciones había reunido el jueves por la mañana más de 112.000 firmas. Según un texto publicado por Lisa Young, que lanzó esta iniciativa en el sitio Change.org, la Academia 'no escuchó en absoluto la indignación e ignoró por completo esta petición'.
En 2001, los dos condenados fueron puestos en libertad condicional, bajo nuevas identidades para evitar que sufrieran represalias.
En febrero de 2018, Jon Venables, fue condenado a tres años y cuatro meses de prisión por posesión de pornografía infantil. En 2010, ya había sido condenado a dos años de prisión por posesión de imágenes de pornografía infantil al término de un juicio en el que se declaró culpable.