La Serie Mundial conquistada por Los Dodgers ante Tampa Bay la noche de este martes, llevó a los fanáticos de esta novena por el mundo a celebrar desde sus hogares y poner así fin a una sequía de 32 años.
Este equipo tiene una historia especial que le ha permitido ganar adeptos desde diferentes latitudes y tiene que ver con Jackie Robinson, primer jugador afroamericano que jugó en las Grandes Ligas.
El 15 de abril de 1947 se convirtió en una fecha muy especial para los amantes del ‘Rey de los Deportes’, pues ese día la barrera de la segregación racial comenzó a superarse con el debut de Robinson.
Su lucha era digna de ser llevada a la gran pantalla, por lo que luego de una década de esfuerzos la viuda (Rachel Robinson) logró que en 2013 fuera estrenada la cinta 42, haciendo referencia al número que siempre usó este primera base. Fue dirigida por Brian Helgeland, quien convocó para el papel protagónico al actor Chadwick Boseman, fallecido el pasado 28 de agosto.
El proyecto significó el debut en el cine de Boseman que a sus 36 años despertó comentarios positivos. 'Pese a ser su primer papel Boseman se identificó tanto con la lucha de Robinson que su actuación fue muy natural y lo llevó a ser nominado al premio NAACP Image Awards. Este es un galardón otorgado por una asociación americana para el avance de las personas excepcionales afroamericanas en el campo del cine, la televisión, la música y la literatura', dijo el periodista, cineasta, escritor, actor y catedrático universitario Pepe Enciso.
Agregó que también participaron figuras como el experimentado Harrison Ford, en su papel del ejecutivo deportivo Branch Rickey, quien le dio la oportunidad del debut en las mayores a Jackie.
Pero lo que más valoró fue el guión del celuloide. 'De 42, además de la actuación de Chadwick Boseman destaco el excelente guión de un peso pesado de la escritura para el cine: Brian Helgeland, ganador del Oscar en 1997 por L.A. Confidential. Se trata de un tremendo escritor que supo valorar cada uno de los testimonio de los familiares, amigos y compañeros de campo de Jackie Robinson. Para un nativo de Rhode Island como Helgeland, escribir sobre Los Dodgers, que en esa época jugaban en Brooklyn, fue muy significativo'.
La trama de este filme es fiel a todo lo que debió sortear esta leyenda. Robinson sería objeto de epítetos racistas: recibió cartas con amenazas de muerte, lanzadores que tiraban la bola hacia su cabeza y receptores que escupían sus zapatos. El número 42 fue retirado de las camisetas de los equipos rivales y hasta lanzaron gatos negros al campo en señal de rechazo a los afroamericanos, describen relatos históricos de la época.
A pesar de la presión, mantuvo el control y de a poco se fue ganando el respeto de sus compañeros y también de sus rivales.
'El estilo de la película, lujoso y tradicional, no es nada especial, pero las impresiones, la conflictiva búsqueda diaria por la dignidad, es extremadamente evocativa', manifestó por su parte el crítico de cine estadounidense Joshua Rothkopf.