El nombre de Víctor Gaviria representa todo para el cine colombiano. Su irrupción como director a principios de los 80, empezando con cortometrajes, y luego en los 90 dando el salto a los largometrajes con ‘Rodrigo D: No Futuro’ significó un parteaguas en la cinematografía nacional, definió un estilo.
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Siempre alejado de las grandes industrias, ahora su cine se acerca un poco a ella de la mano de la plataforma de streaming MUBI gracias a un especial dedicado a sus películas y su obra. El paisa resalta su capacidad única para plasmar la complejidad de la violencia y la marginalidad en Medellín.
La colección incluye ‘Rodrigo D: No Futuro’ (1990), un crudo retrato de la juventud rebelde, y ‘La vendedora de rosas’ (1996), una desgarradora adaptación de La Pequeña Vendedora de Fósforos de Andersen, que aborda con profundidad temas como la pobreza y la prostitución.
Para Sandra Gómez, curadora de la selección de películas que hizo la plataforma, Víctor Gaviria es uno de los directores fundacionales del cine colombiano y estas dos películas son ejemplo de ello.
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“Para nosotros como la curaduría de MUBI se compone también de grandes clásicos, de películas que han sido fundacionales para las cinematografías locales y en este caso para la cinematografía colombiana. Tenemos audiencias muy diversas por supuesto, pero tenemos una gran audiencia joven que tal vez no ha visto estas películas y que nos interesa muchísimo y hemos encontrado esa avidez de públicos, de jóvenes por redescubrir películas y redescubrir cinematografías”, explicó.
En ese sentido, Gómez comenta que esperan que haya curiosidad por ver estas películas, que lo que hicieron en términos de curaduría no fue solamente poner las películas dentro de la cartelera, dentro del programa del catálogo de MUBI, sino también darles un tratamiento editorial, es decir que tengan desde un tráiler hasta su visión de por qué están poniendo estas dos películas.
“Son estos retratos crudos de las periferias de Medellín, pero siempre desde un lado como muy muy humano y con muchísimo amor por sus personajes y también con mucha belleza, como a pesar de la marginalidad, de la violencia. Son dos películas con una atmósfera de desesperanza pero también de muchísima belleza y humanismo”.
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Un largo camino
Sandra Gómez también detalló que tener estas películas para rendir ese homenaje necesario a Víctor Gaviria fue un proceso arduo de más de 6 meses mientras se buscaban las películas y todo el tema de estrenarlas.
“Son procesos que tienen su tiempo porque bueno son buscar las películas, entender por dónde, cuál es la negociación, cuánto tiempo van a estar en la cartelera, en qué momento del año, con qué las vamos también a combinar, porque lo que hacemos también es entender, justo tratar de tener siempre cine latinoamericano y cine local dentro de los programas locales de cada uno de los países y en este caso de Colombia, entonces eso, cómo balancear con qué otras películas va a haber, en qué momento, bueno pero la negociación siempre es larga, las licencias”.
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Justamente, esa parte final de entregar una cinta en la mejor calidad para el streaming fue otro de los procesos por los que tuvieron que pasar pues fueron los primeros dos filmes del cineasta paisa.
“Por fortuna tenemos un equipo de encoding muy profesional que justo necesita todo este laboratorio digital que también apoye en que la película se escuche, se vea y tenga los subtítulos adecuados. Siempre lo cuidamos muchísimo y por supuesto estuvimos con los dueños de los derechos muy de cerca trabajando para que eso sucediera y para que las películas se vieran y se escucharan muy bien”.