José Arcadio Buendía junto a su mujer, Úrsula Iguarán, acompañados por un grupo de familias, emprendieron una travesía en busca del mar, pero veintiséis meses después y de tanto caminar decidieron fundar Macondo, un pequeño poblado caluroso y mágico cuya existencia sigue siendo un dilema hasta el día de hoy.