Daniel Franco se perdía entre las páginas de sus novelas favoritas. El mundo según Garp, de John Irving; Tan poca vida, de Hanya Yanagihara o La vorágine, de José Eustasio Rivera, eran devoradas por la curiosidad literaria que tenía a sus 19 años. A esa edad, en agosto de 2016, tomó la decisión de migrar a España para estudiar Periodismo en la Universidad de Navarra.
En ese trasegar por los grandes clásicos, 'principalmente novelas y cuentos de tipo realista, guardando siempre espacio para la poesía', conoció a Abraham Valera y Virgilio González, dos venezolanos con los que además de compartir sus raíces latinoamericanas tenía una poderosa conexión en común: el amor por la literatura.
Al año siguiente, Franco se cambió de facultad para estudiar Literatura. Esa transición avivó en él la inquietud de contar historias, de retratar la vida desde sus diferentes matices y de narrar desde adentro los entresijos de la existencia humana en los diferentes territorios.
Fue así como nació la Editorial Graviola, un proyecto con el que estos jóvenes emprendedores tienen el objetivo de dar a conocer obras escritas por migrantes latinoamericanos en España y Europa.
'Como enfoque editorial nos especializamos en autores latinoamericanos que hayan migrado, con propuestas únicas y personales, que no estén atadas a lugares comunes o extravagancias literarias. En Editorial Graviola queremos historias que trasciendan barreras culturales, que conecten con todo público, conservando la particular forma de hablar del autor', explica Franco.
Cuenta que por el momento tanto él como sus compañeros le apuestan al formato digital y a 'la conversación entre distintas disciplinas artísticas con la literatura'.