Dos editoras con un amplio bagaje en la edición independiente reflexionaron en el tercer día de la feria Internacional del Libro de Barranquilla (Libraq) sobre los problemas de la edición y distribución de libros en estos tiempos. María Osorio (Colombia) y Claudia Zoe Bedrick (Estados Unidos) charlaron a las 10:00 a.m. de este viernes desde su experiencia como editoras de sellos independientes enfocados en la narrativa infantil y juvenil.
Como apuntó Alexandra Vives, moderadora del evento y directora de Libraq, el evento transcurría desde 'el ojo del huracán', ya que a la crisis por la pandemia se le añade la 'fragilidad' de los pequeños sellos editoriales ante los grandes grupos y plataformas de comercio digital.
Ambas editoras coincidieron en que buscan ofrecerle a los lectores libros cuidados en todos sus procesos de edición. 'Cuando se es independiente se tiene poco personal y todo lo que hace una editorial grande lo hacemos nosotros con pequeños recursos', dijo Bedrick conectada desde Brooklyn. La directora de Enchanted Lion Books lleva 17 años con esta 'compañía de familia', que trabaja muy de cerca con diseñadores gráficos para sus libros.
María Osorio ha trabajado con libros desde 1986. En 2001 fundó Babel, un proyecto que reúne los eslabones de la cadena del libro: distribuidora, librería, biblioteca y editorial. En 2017 recibió el premio BOP –Mejor editor del año de la región Centro y Sudamérica– en la Feria del Libro de Bolonia, y en 2018 fue distinguida con el Homenaje al Mérito Editorial de la FIL Guadalajara.
Los libros de Babel invitan a dialogar narrativa con ilustración, por lo que han creado sellos especiales que destaquen más el texto o el dibujo. Osorio considera que una edición independiente busca cambiar los libros y la manera de verlos, 'y no sólo contribuir al mercado'.
Bedrick ha atravesado la crisis con campañas de recolección de fondos, programas de suscripción, clubes y otras estrategias. Pero todavía están 'tratando de descifrar muchas cosas'. Las vitrinas y la presencialidad son vitales para generar sus ventas, pues sus lectores no suelen ser los que llegan a la librería por sus libros, sino que los descubren muchas veces cuando van a comprar.
'Amazon y Buscalibre hacen una trampa espantosa', dijo por su parte Osorio. Algunos libros de Babel, dijo, circulan en una de esas plataformas a precios 'exorbitantes' que luego rebajan con el '60 o 50% de descuento'. Además, no fueron pedidos a la editorial, sino indirectamente desde Chile, México o Estados Unidos. Osorio criticó que 'son espacios comerciales, para comprar cosas, no para encontrar libros, crear lectores y ser bien atendidos'. Añadió que 'la cuestión del libro barato tiene una mínima importancia para la construcción de un lector'.