Desde la mañana de este jueves los acordeoneros profesionales saltaron a la arena. Los gallos del acordeón, como se les conoce a los digitadores que participan en esta categoría exclusiva para aquellos que derivan su sustento de la actividad musical y que han grabado una producción, hicieron sentir el sonido de los pitos y bajos, los cuales retumbaron desde las 9:00 a.m. en el auditorio Pablo Marmolejo de la Universidad del Área Andina de Valledupar.
El encargado de inaugurar esta categoría en la edición 53 del Festival de la Leyenda Vallenata fue el valduparense Javier Rodrigo Álvarez Orozco, quien estuvo acompañado en la caja por José Murgas y en la guacharaca por Reinaldo Ortiz. Álvarez abrió el fuelle del acordeón para interpretar el merengue ‘Rosita’ y el paseo ‘La loma’.
En total se presentan 15 acordeoneros que lograron la clasificación hasta la capital cesarense. Todos ejecutaron los aires de paseo y merengue y mañana harán lo propio a ritmo de son y puya.
En este mismo escenario se presentan las mujeres que disputan la corona de la categoría Acordeonera Mayor. De las seis participantes que estaban citadas para esta pugna, hubo una que no asistió a la cita y fue descalificada tras recibir los tres llamados reglamentarios. Se trata de la experimentada Maribel Cortina Fonseca, quien acompañó a la fallecida cantante Patricia Teherán en la agrupación Las Diosas del Vallenato.
Entre las mujeres, la primera en presentarse fue la bolivarense Yeimi Arrieta, quien por segundo año consecutivo disputa la categoría y este año quiere convertirse en la sucesora de la atlanticense Loraine Lara, la primera reina del acordeón.
Arrieta, oriunda del municipio de Arjona (Bolívar) estuvo acompañada por el cajero Alberto Camacho y el guacharaquero Jorge Daza.
En la escuela de Bellas Artes los verseadores también comenzaron su pique, en medio de versos libres y algunas temáticas ligadas a la pandemia y la virtualidad del Festival.
Todas las presentaciones se pueden observar a través de la página del Festival de la Leyenda Vallenata