El pasado 8 de abril, Ariel Valenciano Galarza celebró con sus seis hijos su cumpleaños número 62. Estaba muy contento, recuerda el mayor de todos, Iván René, quien señala que su papá cumplía para atrás. Siempre que llegaba esa fecha decía que cumplía una cantidad menor a la que había dicho un año antes.
Ese día, Ariel estaba más feliz que de costumbre porque todos sus hijos estaban juntos y aprovechó la ocasión para mamarle gallo a Iván y a otro de sus hijos, Arielito, también exfutbolista profesional. Les decía que él (Ariel) era el más joven de los tres.
Después les confesó el secreto mejor guardado que tenía: su edad verdadera. “Tengo 62 años, pero no se lo digan a nadie”, les advirtió.
Iván René recuerda que todos los momentos que pasaban al lado de su padre eran agradables. Hasta en los momentos más difíciles se le veía con una sonrisa. “Siempre decía que por muy mal que estuviera uno había que tener la frente en alto”.
El Bombardero era uno de los más golpeados con la muerte de Ariel Valenciano, a las 10 y 30 de la noche del viernes. Una llamada de su hermano Arielito le dio la mala noticia, en momentos en que se encontraba en su casa mirando la televisión. Su papá ya había llamado a su hermano desde la clínica para decirle que se sentía mal.
Minutos antes, el hijo mayor de Iván, Aldair, le había preguntado si él y su abuelo Ariel iban a ir a verlo jugar al día siguiente (ayer) en un partido del torneo de la Liga de Fútbol del Atlántico.
“Mi papá estaba en la casa de mi abuela, estaba sentado cuando de repente le dijo a una tía mía que le comprara una soda, que eso lo iba a hacer sentir mejor. Se la compraron, pero al no sentir ninguna mejoría, le pidió a mi tía que lo acompañara a la clínica, donde murió”, relata Iván René.
Lo más curioso —agrega— es que Ariel se sentía perfectamente bien, inclusive no había dejado de jugar al fútbol (militaba en un equipo de veteranos en la cancha de San José). Solo sufría de presión alta, la cual se controlaba con medicamentos.
La profesión de futbolista de su papá, atrapó desde temprana edad a Iván René, quien comenzó a ir al estadio Romelio Martínez como mascota del Junior. Esto le permitió verlo jugar y mentalizarse de querer ser como él.
“Mi papá jugaba de una manera, yo de otra y mis hermanos de otra. Los Valenciano tenían una cualidad diferente uno del otro, pero yo siempre admiré su potencia y la forma cómo definía. Me gustaba cómo jugaba y disfrutaba de lo que hacía en el fútbol y eso me lo transmitió a mí”.
Pese a la pasión de Iván, Ariel y Arielito por el fútbol, ese era el tema que menos tocaban cuando se reunían. El Gordo recuerda que jamás su papá le dio un consejo de cómo tenía que definir o moverse dentro de una cancha. Lo que sí nunca se perdían eran los partidos de cada uno.
“Él decía que el mejor de los Valenciano era Arielito, pero cuando aparecieron los hijos míos, Aldair y después Iván Junior, entonces decía que el mejor iba a ser este último. Ese negrito era la adoración de él y siempre iba a verlo jugar”.
Hasta el último de sus días, Ariel Valenciano mantuvo su negocio de compra y venta de chatarra. Iván René asegura que en ese medio conocía a mucha gente. “Era lo de él y por eso nunca lo dejó. Era feliz en eso”.
Ariel Valenciano es velado en Jardines de la Eternidad sede sur. Su sepelio se cumplirá a hoy a las 10 a.m. en este mismo lugar. Estuvo casado con Piedad Pérez y deja seis hijos: Iván René, Ariel, Lilibeth, Katherine, Arioni y Ariana, quienes le dieron 9 nietos.
Una carrera brillante
Ariel Valenciano fue jugador del Junior en tres épocas: 1971-1973, 1974-1977, 1980-1981. En total vistió la camiseta rojiblanca en 177 partidos y marcó 21 goles. Con el equipo barranquillero fue campeón en 1977 y 1980. En el primero jugó 39 partidos y anotó 11 goles y en el segundo jugó 25 cotejos y marcó 2 tantos. También militó en el Tolima (1972), club con el que jugó 10 partidos y marcó un gol. En 1975 actuó para Millonarios, con el que jugó 29 partidos y anotó 5 goles. Con el Atlético Nacional, en 1976, jugó un partido. Con el Pereira disputó 8 juegos y convirtió 2 tantos y con el Quindío (1982-1983) jugó 26 partidos y marcó 8 anotaciones. Por torneos Dimayor jugó en total 191 partidos con un saldo de 37 goles.
Por Manuel Ortega Ponce
Twitter: @manuelortega3