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Lo visto, que no es propiamente calamidad, pero la gente que conoce el oficio al cual estamos dedicados desde 1945, no puede vernos en un supermercado que casi de inmediato estamos ‘atavanados’ a preguntas sobre el ‘yantar deportivo’ que adorna a este país. Y el tema casi que único (desplazó al fútbol y al 'querido Junior') no es otro que la masiva presencia al garete en los estadios de Cali, dizque con sus 4 mil deportistas compitiendo en los denominados ‘Juegos Mundiales’.

En medio de la preguntadera hizo alusiones al deporte del Atlántico, al que los aficionados consideran en su lenguaje 'los hijos de menos madre en Colombia'. Descontando la rudeza de la frase, el significado es exacto. Ahora mismo somos la oveja negra del deporte colombiano, sin paliativos de ninguna clase. Si es en Barranquilla, acá no se respira nada distinto a indiferencia oficial, a falta de ideas e iniciativas, a una parranda de ‘come echados’ en las presidencias de las ligas, conscientes que ni a ellos no se les ocurre absolutamente nada, ni tienen un solo funcionario público que se les acerque para nada.

En el Atlántico los deportistas odian a los políticos. Mientras más deportivo sea la gente, mayor es el odio que se les tiene a parlamentarios, diputados y concejales. Por supuesto de semejante torpeza, están plenamente correspondidos. Nadie ve a un parlamentario del Atlántico, ni a un gobernante de los días que corren, alegando nada deportivamente.

Cero a la izquierda y punto. Y en cuanto al poder ejecutivo, nadie ha visto al gobernador Segebre con la más mínima intención de ayudar al deporte atlanticense. Si hasta cometió el desatino de negarles los premios en metálico a los deportistas nuestros que ganaron medallas en los últimos Juegos Nacionales.
En todo el país, sin ni una excepción, se premió a los atletas, menos en el Atlántico, donde se les desestimuló de lo lindo porque el señor Segebre no estuvo de acuerdo con esa premiación. Y bueno que se lo hayan ‘chupado’, si es que hubo deportistas o aficionados deportivos que votaron por él, desestimando a un Jaime Amín, que ha sido un deportista aprobado de todas las horas, dicho esto aquí si fue que no quisieron elegirlo nuestro deporte está con las manos atadas. Es el pobre parroquiano del momento.

Los fondos nacionales son en un 80 % para Valle y Antioquia y las migajas del 10 % restante para los pedigüeños en menor cuantía. Al presidente Santos, en abstracto, lo rechiflaron en el estadio caleño apenas anunciaron su nombre, demostrando esa asistencia que son más desagradecidos que un gato barcino, habiéndoles dado 25.000 millones, hasta para hacer un estadio para jugar al botellón.

Bien, ahí queda esto, que ya no hay mas espacio...

Palestra deportiva, por Chelo De Castro C.