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El Raja jugará la final del Mundial de Clubes contra el Bayern Múnich, tras imponerse por 3-1, a un deslucido Atlético Mineiro, que no expuso más que un fogonazo genial de Ronaldinho.

No habrá el esperado reencuentro de Ronaldinho con Pep Guardiola, porque el rival del Bayern el sábado, con el título mundial en juego, será el Raja, que aunque vio franqueado el pase a la final gracias a un dudoso penalti señalado por el árbitro español Carlos Velasco Carballo, fue casi siempre mejor.

Y es que el campeón de la Libertadores fue incapaz de imponer la diferencia de calidad que, se supone, le separa de su rival magrebí y si sobrevivió hasta el tramo final, fue un perfecto lanzamiento de falta de su estrella.

Dinho había apurado la recuperación de la rotura de aductor que sufrió a finales de septiembre para llegar al Mundial de Clubes. El exjugador del Barcelona precisaba un buen escaparate para demostrar al mundo y, sobre todo, al seleccionador Luiz Felipe Scolari que aún es útil. Está lejos, lejísimos de sus mejores días. Juega al paso y quiere el balón al pie, pero todavía mantiene la esencia de aquel jugador deslumbrante.

Ayer, le sirvió para mantener vivo hasta los últimos minutos a un Atlético Mineiro plano, que nunca dio la sensación de ser mejor que un rival que le volteó al contragolpe.

Si el conjunto de Cuca no llegó en desventaja al descanso fue por la falta de acierto de Mouhssine Moutouali y de Mouhssine Iajour, en el par de ocasiones que se plantaron solos en el área brasileña.

En esa primera mitad, el Mineiro, lastrado por el lento deambular de Ronaldinho y por la falta de acierto de Jo en ataque, tan sólo llevó algo de peligro con las incursiones por la derecha de Marcos Rocha, que nunca encontraron un remate preciso.

No sonreía Ronaldinho al descanso y aún tuvo que torcer el gesto cuando de un mal saque de esquina suyo partió el contragolpe que, culminado por Iajour, adelantó al campeón marroquí.

Lo pasó mal desde ese momento el Atlético Mineiro, superado a la contra, hasta que una falta al borde del área le bastó a Ronaldinho para demostrar que aún conserva un toque mágico. Un golpeo perfecto suyo en el golpe franco se coló junto al poste y revivió a los brasileños (m.63).

Pero ni así. Con mucho más físico, la velocidad del Raja volvió a desbaratar a la defensa mineira y, en el minuto 83, Velasco Carballo consideró penalti una caída de Iajour dentro del área, tras superar a Réver.

Lo transformó Moutouali para hundir a un Atlético Mineiro impotente y, que aún encajaría un nuevo tanto de Mabide (m.94), para llevar el delirio a las gradas. Para dejar al Mineiro sin la final y al torneo sin el 'morbo' del reencuentro de Dinho con el técnico que le sacó del Barcelona.