La recuperación total del pugilista bolivarense José Carmona mantiene en expectativa al mundillo del boxeo en Colombia, hasta el punto que entrenadores y colegas allegados a él ansían verlo nuevamente con todas sus condiciones; y en el momento, algunos dirigentes alistan la realización de una cartelera boxística para recaudar fondos y contribuir a su pleno restablecimiento.
Precisamente, hoy a partir de las 3:30 de la tarde se realizará una rueda de prensa en la discoteca ‘La Fábrica’ de Barranquilla para dar a conocer detalles de la velada, prevista para este jueves en el Centro Recreacional Las Vegas.
Dos de los personajes más allegados al pugilista Carmona son sus entrenadores Miguel Ángel Guzmán Ortega y Miguel Ángel Guzmán Lora –padre e hijo, respectivamente–, quienes sienten como propio lo ocurrido con el boxeador bolivarense, como quiera que lo orientaron en los últimos dos años, e incluso Guzmán jr. fue quien lo asistió en la esquina el día que fue noqueado por el mexicano Jorge Travieso Arce en San Luis Potosí, México, lo que derivó en su lesión cerebral.
'Yo hice campeón latino a José Carmona. Lo dirigí en cinco combates y le tomé mucho cariño porque es un muchacho carismático', dice Guzmán padre, a quien también apodan El Ñato.
Relata que lo dirigió durante dos años cuando Carmona se vino de Cartagena y expresa que 'todos los compañeros estamos dolidos por lo que sucedió, pero confiamos en que saldrá adelante'.
Apunta que 'ellos –los boxeadores– son como nuestros hijos o hermanos, porque los lidiamos todos los días. Por lo tanto, es duro cuando sucede un caso como este con una persona allegada como lo es Carmona'.
'Él estaba al cien por ciento de condiciones cuando fue a combatir a México, pero son accidentes que se registran en el boxeo; y le pido a Dios todos los días que le dé fortaleza', reafirma El Ñato Guzmán.
'TIENE FE'. GUZMÁN JR. Por su parte, su hijo Miguel Ángel Guzmán Lora, que estuvo al lado de Carmona el día de su último combate en noviembre pasado, recuerda de la siguiente forma la personalidad del pugilista y los momentos previos y posteriores a la pelea con Arce.
'Carmona estaba optimista. Él cree mucho en Dios. Siempre en el hotel pasaba escuchando alabanzas y tenía fe en ganar la pelea', dice.
Apunta sobre la forma de ser del pugilista bolivarense que 'es tranquilo, respetuoso, alegre como buen cartagenero, aunque sí un poco tímido'.
Refiere a la vez que vive en un barrio humilde en Cartagena pero no pasa incomodidades porque sus padres trabajan.
Añade que Carmona deseaba ganar esa pelea ante Arce porque enseguida proyectaba su carrera.
'Teníamos fe en ganar. Incluso, él hizo una buena pelea pero desafortunadamente recibió un mal golpe que le ocasionó el accidente', señala Guzmán jr.
Del desarrollo del combate Miguel Ángel Guzmán jr. recuerda que 'en los primeros cinco asaltos Carmona estuvo ganando y así lo registraron las tarjetas de los jueces. Incluso, en el tercero le sacó el protector a Arce y casi lo noquea. Del quinto para adelante la pelea se equilibró; el mexicano sacó a relucir su veteranía, y hasta el árbitro lo ayudó'.
Del desenlace de la pelea opina que 'no vi la necesidad de pararla. Solo al final se produjeron los golpes seguidos y era el árbitro el que debía intervenir. A la postre, él cae con un empujón, no recibe un golpe contundente sino uno sobre otro y solo en ese asalto'.
Añade que 'en los anteriores rounds Carmona siempre llegó bien a la esquina'.
'Ya cuando ocurre el nocaut le dije que se levantara porque pensé que era un nocaut normal. Se levantó y me dijo: ‘me siento mal’. Pedí una silla y se sentó, pero observé que el pie derecho lo tenía rígido. Luego me indicó que se seguía sintiendo mal y lo sentamos en el ring y enseguida se desplomó', relata el joven entrenador barranquillero.
'La familia me dice que está evolucionando y con buena reacción. Ha ido mejorando, lento pero seguro. No hay que bajar los brazos. Eso fue algo que pasó. Queda la experiencia y ahora corresponde seguir adelante', concreta Miguel Ángel Guzmán Lora.
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