No hay nada peor para un ser humano que verse humillado e irrespetado. Y eso fue precisamente lo que vivió y sintió Bernardo Redín, gloria del fútbol colombiano y actual director técnico del Atlético Bucaramanga, quien vivió una pequeña pesadilla a manos de los agentes del CTI en la Ciudad Bonita.
El estratega fue abordado el pasado viernes 14 de febrero por agentes del CTI de Neiva, cuando se aprestaba a dirigir el entrenamiento del once Leopardo en las instalaciones del estadio Alfonso López de Bucaramanga; lo detuvieron y trataron como si fuera un delincuente peligroso.
No les importó el hecho de que Redín los atendió decentemente. Ni la misma historia del exjugador de la Selección Colombia, porque sin duda es una de las glorias del fútbol colombiano en la época de los años 90, en la que hizo una extraordinaria dupla en la Tricolor junto a Carlos El Pibe Valderrama.
Kunta Kinte, como le dicen, se vio involucrado en una situación por demás incómoda, si se tiene en cuenta su pasado en equipos como el Deportivo Cali, Junior, América, Deportes Tolima y Atlético Huila.
Este último paso, su estadía en el once opita, fue el que originó el escándalo, esta incómoda situación, y que se habla de evasión de impuestos; por eso la orden de captura llegó hace más de una semana y, por ende, el Juzgado Cuarto de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad del Circuito de Neiva (Huila) requirió al exjugador para que cumpla una condena de tres años de prisión por el delito de peculado por apropiación. Al tiempo, el Juzgado Quinto Penal del Circuito de Neiva fue el que condenó al jugador a tres años de prisión.
A Redín se le sindica por omisión de agente retenedor cuando se desempeñaba como director técnico del Huila, en 2005. Por esta razón el juzgado Cuarto de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad del Circuito de Neiva (Huila) le concedió el beneficio de suspensión condicional de la pena, que le fue revocada el 11 abril del 2013 por la no cancelación del dinero. Con base en ese hecho, se ordenó la captura del exjugador.
EL HERALDO abordó a Bernardo Redín luego de haber sido dejado en libertad tras casi 20 horas de detención.
P ¿Por qué ocurrió esto?
R Fue un inconveniente que hubo en la época que estuve con Atlético Huila; se había llegado a un acuerdo con ese tema y había mandado a hacer una consignación y la persona a la que le encargué el pago no lo había hecho.
P ¿Usted estaba tranquilo y confiado en que esa persona había hecho el pago?
R Estaban los intereses vencidos; se había llegado a un acuerdo y yo estaba confiado; es más, yo pedí el recibo que tenía el sello de la entidad bancaria.
P ¿Usted sabía lo que estaba sucediendo?, ¿ya había una citación de parte de la DIAN en Neiva?
R. Se llegó a un arreglo y me mandaron a decir a cuánto asumía el monto; y desde el año pasado no me había llegado ninguna notificación. Estaba esperando a que me llegara y por eso pasó este impasse.
P Se nota molesto e incómodo por lo sucedido…
R. A mí lo que me incomoda es el sensacionalismo que le pusieron a esta situación, de una forma irrisoria, porque pusieron que era peculado; fue una falta de respeto a la persona. Pero esa es la justicia colombiana, este es el país en el que vivimos y tenemos que someternos a esto.
P Las autoridades no tuvieron en cuenta que usted es persona pública…
R No porque yo sea Bernardo Redín… sino a cualquier persona, es el ser humano, el colombiano que está pagando impuestos. Eso que hicieron conmigo es un irrespeto.
P Tampoco tuvieron en cuenta lo que usted hizo por el país con el fútbol…
R. No es porque yo haya jugado fútbol. Es que se me irrespetó, se irrespetó al ser humano y quisieron hacer un show con Bernardo Redín. Y entonces… aprovecharon.
P ¿La parece injusto esto que hicieron con usted?
R Hay gente que ha hecho cosas más graves y que han afectado al Estado, y la justicia ni siquiera los requiere y ni siquiera los apresan; entonces a mí, eso que hicieron, me pareció una falta de respeto.
P Pero… ¿usted reconoce la deuda que tenía?
R A mí lo que me molesta es la manera como se hizo ese procedimiento; ya para qué ellos piden disculpas… Ya lo hecho, hecho está. Y yo esto lo echo al tarro de la basura.
P ¿Lo que más le disgustó es que le hubieran acusado de eso?
R Yo pagué. Pero lo que no pueden hacer es acusarme de peculado, porque yo no le he robado plata a nadie, mucho menos al Gobierno; no he hecho ningún contrato con el Estado como para que estén diciendo eso.