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Hoy en Barranquilla el deporte de las narices chatas ya no es la única disciplina de combate que brinda espectáculo y fabrica campeones para la región.

Las artes marciales mixtas han tomado gran auge en la ciudad y muchos peleadores han preferido combatir en los octágonos de acero que en los cuadriláteros de boxeo.

Ese es el caso del luchador barranquillero Alejandro Abomohor, conocido como el Pitbull, quien, además, dejó su carrera de gastronomía para cumplir su sueño de convertirse en el rey de esta disciplina en el peso pluma.

Abomohor tiene 20 años y en su preparación diaria asiste al gimnasio, practica boxeo, lucha olímpica, muay thai y jiu- jitsu brasileño.

'Este amor por las artes marciales comenzó desde la calle, me gustaba pelear. Decidí entrar a un gimnasio, allí me ofrecieron competir, era una pelea amateur sin relevancia, a pesar de que la perdí, me hizo saber que esto era lo mío', señala Abomohor sobre sus inicios.

El deportista atlanticense también confesó que para su familia fue difícil aceptar su decisión de ser peleador.

'A mi padre no le gustan las peleas, piensa que es violencia sin razón, pero a pesar de eso, siempre me da la bendición, vela por mi bienestar y me pide que no le haga daño a mi oponente. Mi madre me apoya, va a las peleas, aunque siempre sufre y llora'.

El Pitbull, criticado por algunos que ven en él una persona esquizofrénica, anhela un combate y un triunfo de adrenalina.

'Mi victoria de ensueño es con un nocaut o una sumisión, quisiera una pelea sufrida hasta el final, llena de golpes, ataques, defensas, contraataques y de mucha determinación, así como las peleas de mi ídolos Georges ST Pierre y Vitor Belfort, ambos insaciables en escena'.

Actualmente se prepara para la pelea ante Johan Fernández, un lidiador caleño que es cinturón azul en jiu-jitsu y que además es entrenador de boxeo tailandés.

Este enfrentamiento, programado para el próximo 25 de abril, en Bogotá, podrá darle a Abomohor la posibilidad de competir por el cinturón de su categoría, todo, si logra vencer a su contrincante.