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La selección italiana, que había encadenado siete encuentros sin victoria, volvió a la senda del triunfo justo antes del Mundial, al imponerse en un amistoso al Fluminense brasileño por 3-5.

No es que el rival, el histórico Flu, tuviese intención de complicarle la vida, ni que Italia, que cometió muchos errores defensivos, se exhibiera, pero los de Cesare Prandelli recuperaron el espíritu ganador y una buena dosis de confianza antes de enfrentarse a Inglaterra, el próximo sábado 14 de junio, en Manaus.

Relajó la tensión el técnico, que ha soportado duras críticas tanto por no convocar al exjugador del Villarreal Giuseppe Rossi, que apuró la recuperación de su grave lesión para llegar al Mundial, como por el pésimo juego mostrado en el empate ante Luxemburgo (1-1), en el amistoso previo.

Prandelli hizo numerosos experimentos y presentó en el ataque a Ciro Immobile y Lorenzo Insigne, con Circe como acompañante y, entre los dos primeros, se repartieron los cinco goles; tres para el flamante fichaje del Borussia y otros dos para el pupilo de Rafa Benítez en el Nápoles. Un aviso para Cassano o Balotelli, que no estuvieron más que media hora sobre el terreno de juego.