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El Valle de Anhangabaú, un espacio público ubicado en el centro histórico de Sao Paulo, fue el lugar escogido por la Fifa para ubicar el ‘Fan Fest’ (Festival de los hinchas) en la ciudad donde se dio el puntapié inicial de la Copa del Mundo Brasil 2014.

Llegar hasta el lugar es una verdadera travesía. La estación del Metro ubicada a ese punto fue cerrada para evitar aglomeraciones, entonces tocó bajarse en la estación aledaña de Sé y caminar alrededor de 20 minutos entre muchos hinchas brasileros, en su gran mayoría, y uno que otro croata.

La sensación de caminar rápido, siguiendo una corriente de gente emocionada que va con pelucas, haciendo sonar cornetas, hondeando banderas, con policías a lado y lado de la vía fue muy similar a la que se siente un sábado de Carnaval cuando se va hacia la vía 40, rumbo a la Batalla de Flores en Barranquilla.

Al llegar al lugar, el ensordecedor sonido de cornetas y vuvuzelas agita el corazón que ya viene emocionado por la proximidad de ver el comienzo del máximo evento deportivo del planeta.

Los hinchas de Brasil deliraron con el triunfo de su selección.

Una pantalla gigante de 10 metros de altura transmite el tan criticado show de inauguración, que a decir verdad en medio de la fiesta que tenían los brasileros por el momento que se avecinaba todo lo que se vio por las pantallas estuvo perfecto.

Comenzó el partido entre Brasil y Croacia y el estallido de algarabía retumbó por todo el lugar, cerca de 40 mil personas aplaudieron, brincaron, se abrazaron y cantaron en apoyo a la verdeamarela, la cual naturalmente tenía a la mayoría de hinchas apoyando, ante un escaso número croatas que se podían contar con una mano.

Todo era un carnaval, fue imposible no mezclarse entre tanta alegría de un pueblo que lleva el fútbol en sus venas, que lo vive de una manera única y que en 5 minutos de juego ya habían armado una fiesta similar a la de un Festival de Orquestas en el Romelio Martínez.

El baldazo de agua fría se vino con el gol en contra de Marcelo, el lamento de los brasileros contrastó con el grito a todo pulmón del pequeño grupo de los espigados croatas que celebraron en medio de la masa de camisetas amarillas pero con respeto, todo continuó normal, sin peleas ni violencia, la fiesta siguió en marcha, aún faltaba mucho.

18 minutos después tocó buscar un lugar tranquilo en el momento del gol de Neymar el cual significó el empate, la celebración fue total, hasta los extranjeros con camisetas de Chile, Colombia y México festejaron la anotación del ‘10’ de Brasil y desde ese momento la fiesta no paró.

Con el segundo y el tercer gol de Brasil el Fan Fest quedó pequeño para tan grande celebración que se armó en el evento organizado por la Fifa, la selección local comenzó con triunfo en su debut mundialista y por eso la fiesta siguió hasta la madrugada, agrupaciones musicales siguieron poniéndole alegría al lugar para los miles de hinchas que no querían dejar de celebrar.

El triunfo sobre Croacia desató en todo el país la pasión desenfrenada por su selección, el ambiente de fiesta se respira en todas las esquinas, los Fan Fests seguirán siendo los puntos de encuentro de miles de aficionados que buscarán un lugar para celebrar el carnaval que ya se prendió en Brasil.