La tecnología, puesta a prueba en Brasil con el Detector Automático de Goles (GoalControl) para comprobar si un balón traspasa la línea de gol, no terminó con la controversia, no convenció a muchos, que al ver imágenes se mostraron en desacuerdo con la determinación de la máquina.
Según los partidarios del progreso tecnológico, las dudas desaparecerían con el aparato, capaz de definir con precisión ese tipo de jugadas. Las dudas y la discusión terminarían de una vez de la mano de las computadoras. (Ver infografía Tecnología del gol)
Nada más lejos de la realidad en Porto Alegre. En el choque entre Francia y Honduras. La innovación, una de los progresos de Brasil 2014 junto con la consolidación del 'spray' que marca las distancias entre el balón y las barreras en una falta, no ha convencido a algunos. El segundo gol de Francia contra Honduras, anotado como el resto por Karim Benzema, acentuó la vacilación.
El delantero del Real Madrid cruzó un balón, que golpeó involuntariamente en la mano del meta Noel Valladares y se adentró hacia la meta. El portero sacó el balón. La duda era saber si la pelota entró totalmente o no.
Benzema dudó. No se atrevió en celebrar el gol de forma inmediata. Hasta que el árbitro, el brasileño Sandro Ricci levantó el brazo y señaló el centro del campo. En su reloj había recibido la señal del aparato, que había reflejado que el balón rebasó la línea.
Catorce cámaras ubicadas en las alturas de los estadios controlan la pelota y deciden si supera la raya de meta. Después, inmediatamente, envían la comunicación al juez del partido por medio de una señal.
El primer partido en usar esta tecnología para evitar goles fantasma entró en escena y determinó que el remate de Benzema fue gol. Y contradijo el reflejo de las numerosas cámaras de televisión. Alguna de ellas, ubicada en el perfil, daban la sensación de contradecir al sistema y reflejaban que el balón no había superado del todo la línea. No obstante, este progreso necesita el consenso de todos.
La fe de todas las partes que acepte la determinación de la máquina. Algo similar a lo que sucede en el tenis con el 'ojo de halcón', asentado definitivamente. A pesar de las sensaciones y perspectivas, unos y otros asumen como buena lo que determine la técnica. Efe