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En plena euforia e inmersa en una nueva historia, Colombia acentúa el recuerdo y el lamento de Andrés Escobar, el que fuera defensa titular del equipo que disputó el Mundial de USA 94, asesinado tal día como ayer hace veinte años.

Colombia se enfrentará a Brasil, en Fortaleza, mañana. Con las semifinales a tiro. Cuarenta y ocho horas después del aniversario de aquella tragedia.

Dos décadas atrás, la Selección Tricolor ya había regresado a Colombia desde Estados Unidos, donde padeció una nueva decepción. No pasó de la primera ronda de la competición. Muy lejos de las expectativas que generaba una camada liderada por el centrocampista Carlos Valderrama junto a otros como Faustino Asprilla, Leonel Álvarez, Adolfo El Tren Valencia o Freddy Rincón.

Fue un 24 de junio cuando las esperanzas colombianas se deshicieron definitivamente al perder ante Estados Unidos por 2-1. Había perdido el primer partido, ante Rumanía (1-3). Y volvió a caer en el estadio Rose Bowl, de Los Ángeles.

Andrés Escobar, a los trece minutos, introdujo un balón que pretendía despejar en su propia portería. Colombia quedó eliminada con precipitación. Sin depender de su tercer partido, ante Suiza, al que ganó por 2-0.

De vuelta a casa, un 2 de julio de aquel año, diez días después de la eliminación, Escobar fue acribillado en Medellín a la salida de un bar. Muchos lo relacionaron con aquel gol fatídico.

Andrés Escobar estaba asentado en el fútbol profesional. En la selección colombiana. Tenía 27 años. Con cierta experiencia en el fútbol Europeo y con una perspectiva mayor, manejaba una oferta del Milan.

La Fifa no ha querido pasar por alto el momento e invitó al Mundial a sus hermanos María Ester y José, que asisten a cada uno de los partidos de Colombia en Brasil. Portan una camiseta amarilla, con el ‘2’ y el nombre Escobar a la espalda.

'Veinte años es mucho tiempo y pensarlo es doloroso. Pero prefiero dar gracias a Dios por habernos dado la oportunidad de haberlo tenido con nosotros durante 27 años. Su vida se vio interrumpida, pero hizo cosas importantes en ese momento', afirma ahora María Ester.

'Quería escapar de Medellín. Sabía que allí, por la muerte de Andrés, no se dejaría de hablar del suceso durante todos estos días y que iba a ser difícil de soportar. Prefiero pasar todo eso aquí en el Mundial, con la familia, y luego tener un funeral cuando volvamos a casa', añadió su hermana.

Colombia no olvida a Andrés. De la actual selección de José Pékerman solo Faryd Mondragón alcanzó a compartir vestuario con el defensor antioqueño. Está en Brasil la tricolor para hacer historia sin olvidar a Escobar, instalado en la memoria de cada triunfo colombiano. Efe