¿Es un pájaro? ¿Es un avión? ¿Es Superman? No ¡Es Juniorman! El súperheroe rojiblanco que responde al llamado del equipo Tiburón. Barranquilla no le envidia nada a Metrópolis, el hogar del hombre de acero. La Arenosa tiene a Roni ‘El Juniorista’ que, a pesar de no ser más rápido que una bala, ni más fuerte que una locomotora, logra parar el tráfico en cuestión de minutos y salvar a más de un ciudadano de las garras del descenso.
Juniorman libra una lucha sin cuartel en voz de la verdad y la justicia viviendo bajo el disfraz de Roni, un tranquilo conductor de buses de la ruta Lucero San Felipe. Su Luisa Lane es el plantel Tiburón y su misión es alentarlo en todos los encuentros futbolísticos. Así lo hace desde el 11 de mayo de 1986 cuando su padre, como premio a su buen comportamiento, decidió llevarlo a la inauguración del estadio Metropolitano Roberto Meléndez para ver el juego entre Junior y el seleccionado de Uruguay. 'Yo me enamoré de cómo vibraba ese lugar', cuenta Roni.
Para este soledeño no hay obstáculo que le impida hacer buenas labores. Tiene su propia escuela en Malambo y Nueva Colombia y disfruta de ayudar a mejorar la movilidad del centro de la ciudad. Es ahí cuando cambia su atuendo de civil y se viste de Juniorman. Un disfraz que solo hoy está completo gracias a su espíritu y devoción por Junior, que aumenta con los años.