Su gran sonrisa salió a flor de labios cuando dijeron su nombre como ganadora del Premio a la Mujer Deportista del Año. Ya lo había ganado el año anterior. Lo retuvo y eso la enorgullece porque es un galardón dedicado exclusivamente a los esfuerzos y triunfos de las mujeres colombianas.
El triunfo en la Liga de Diamante 2013, el título mundial en Copenhague, Dinamarca, y la gran campaña de 2014 hasta el cierre de la fecha límite, permitieron a Caterine volver a ganar este premio.
Es sin duda la mejor deportista del momento en Colombia. Su espigada y esbelta figura, unida a su inconfundible sonrisa blanca, la hacen ver como una diosa de ébano, que con algo de timidez responde a las inquietudes que se le formulan.
Todos la siguen, todos la persiguen, quieren una foto con ella. Accede gustosa siempre sonriendo. Su encanto es arrollador.
En medio de ese alboroto, accedió a hablar con EL HERALDO de este gran año, de lo que viene, de sus sueños aplazados, como ser madre, en pos de su gran objetivo, que es el oro olímpico.
Sus éxitos la catapultaron a la fama y ahora es una de las mujeres más reconocidas del país. Esto fue lo que respondió a este medio tras conseguir el premio.
Antes iba por la calle y pasaba inadvertida. Hoy, por sus triunfos, todo el mundo la reconoce. ¿Qué piensa de eso?
Ufff eso es algo muy bello, que a uno lo eriza. Sobre todo cuando lo hacen los niños, que son mi mayor inspiración. Que te digan que quieren ser como tú, que eres su ejemplo a seguir, que eres su ídolo… eso no tiene precio.
¿Este premio exclusivo para la mujer tiene algún significado especial?
Es una parte muy importante de mi vida, es el reconocimiento de mi país hacia lo que he hecho y es algo especial porque es dedicado a la mujer y le doy un lugar muy especial entre tantos logros que he obtenido en mi vida.
¿Qué mensaje les da a los colombianos que la eligieron y la admiran?
Estoy muy agradecida con quienes hacen posible este evento. Tiene un gran significado porque es el reconocimiento a la mujer colombiana, a tanto sacrificio, a la lucha, y como dije, le doy un lugar muy importante.
¿Cómo vivió La Liga de Diamante?
La Liga de Diamante es una de las grandes competencias que planeamos como gran objetivo cada año, ya que es de la primera línea de la IAAF y por ende es la más importante. Quedé muy contenta por lo que salté y por la marca que conseguí, y eso me anima más, las expectativas crecen y voy ahora por más en la Liga y en lo que viene.
¿Hay un techo para Caterine Ibargüen?
Hasta ahora en mi mente no hay ningún techo, cada día me levanto con más expectativas de seguir mejorando, cada triunfo que consigo incrementa más mis ganas de seguir. Lo que viene… los Juegos Olímpicos, en los que espero estar en buenas condiciones. Y cada vez que me paro en una pista quiero mostrar lo mejor de la mujer colombiana.
¿Qué balance hace de lo que fue este año y qué percibe para lo que viene?
Fue un año excelente, conseguí todos mis objetivos y las expectativas para los próximos años están puestas en seguir en lo más alto, seguir cosechando muchos triunfos. Para lograr debo seguirme preparando con todo, teniendo mucha responsabilidad con mi deporte, porque siento que llevo la representación de Colombia y debo dejarla muy en alto.
¿Siente que tiene una gran responsabilidad no solo con las mujeres de alto rendimiento, sino con las que vienen atrás y de las que usted es ídolo?
Claro que tengo una gran responsabilidad. Me gusta, sé que muchas mujeres se identifican con lo que es mi trabajo, con lo que soy como deportista, con lo que soy como persona.
Por eso considero que tengo una gran responsabilidad y lo que haré es seguir siendo ejemplo para la mujer colombiana.
¿En este proceso hacia el éxito, qué es lo más difícil que ha tenido que afrontar como mujer para llegar a donde está?
Esto tiene muchos sacrificios. El mayor quizá es dejar en segundo renglón el realizarme como mujer, quiero ser madre. Eso es una parte difícil de todo esto. Eso es lo que implica ser deportista de alto rendimiento.
¿Cómo mantener este buen nivel hasta los Olímpicos?
El éxito está en la disciplina y en la responsabilidad que tengo con mi deporte. Cada competencia es un reto importante contra cada una de mis rivales y tengo mucho respeto por cada una de ellas. Tengo que seguir entrenando y tratando de ser la mejor. Eso es lo que voy a hacer.
¿Ve el 2015 como el año de entrenamiento previo a los Olímpicos?
No, es un año normal y tiene muchas competencias importantes, las cuales quiero ganar. Es parte del ciclo olímpico, va ser un año muy competitivo, tengo el Mundial y sigue el circuito de la Liga de Diamante.
¿Qué se siente ser una de las mujeres más importantes del país en este momento?
Es un gran orgullo. Para eso trabajo. Trabajo para tener grandes resultados y es muy bonito tener un reconocimiento del país.
¿Qué les dice a sus compañeras deportistas, con quienes disputó este premio?
Es muy grato y placentero ver que el deporte colombiano tiene tantos resultados positivos por parte de las mujeres. Las felicito porque trabajan duro y cualquier que hubiera sido elegida sería justo por todo lo que hacen.
¿Qué piensa de esa estadística que señala que el 70 por ciento de las medallas de oro que gana Colombia en el deporte, las consiguen mujeres?
(Risas) Pues me da mucha alegría. Gracias a Dios tenemos una buena representación de la mujer colombiana, lo que prueba que somos fuertes y ganadoras. Esperemos que los hombres se sumen a esos buenos resultados (risas).
Hablemos de la marca de los 15 metros, 31 centímetros. ¿Es un campanazo suyo de cara a los Olímpicos? ¿Va por el récord mundial?
Me dio mucha alegría cuando la hice. Me dije que sí podía y lo hice. Y eso me convenció de que para poder estar en lo más alto en los Olímpicos de Río hay que superar –sin duda- los 15 metros nuevamente. Ya lo hice, voy a trabajar más duro para mantenerme ahí en esa distancia, y si se dan las cosas, buscar el récord mundial. Creo que es posible lograrlo. Voy a seguir trabajando duro para mejorar mi marca, y como dije, no tengo techo en mi deseo de ganar.
¿Cuando llegó a la élite del salto triple, ¿sentía que Ripakova, Saladuha y compañía la miraban distinto a como la miran hoy que está en su esplendor y ganándoles?
Yo no me fijé en eso, pero sí estoy segura de que hoy me miran con mucho respeto, porque saben que ahí hay una colombiana que les da batalla, que tiene buenos resultados y les ha ganado. Todas nos tenemos mucho respeto.
Especial para EL HERALDO