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El deporte de las narices chatas contagió desde pequeño a Diosmel de Jesús 'el Camión' Anaya Acosta, quién nació en El Copey (Cesar), pero se considera samario de corazón. Los guantes y el cuadrilátero lo sedujeron al ver las disputas del palenquero Antonio Cervantes, mejor conocido como Kid Pambelé, quien lleno de lustro a Colombia a través del boxeo.

Anaya Acosta inició su carrera como pugilista en 1983, los combates hicieron parte de su vida, logrando acaparar la mayor parte de su tiempo para convertirse en uno de los deportistas insignias del Magdalena.

Con tampoco tiempo en la práctica del boxeo, logró descrestar a los entrenadores, lo que le dio el aval para representar al Departamento en los Juegos Nacionales de la época, los cuales se cumplieron en San Andrés Islas.

Sus movimientos en el cuadriláteros y ganas por sobresalir le permitieron a Diosmel de Jesús la oportunidad de disputar la final en estas justas deportivas.

En la isla, Anaya pagó su debut de la mejor manera, logró el segundo lugar, llevándose para el Magdalena la medalla de plata, lo que le permitió destacarse entre la delegación.

Diosmel de Jesús Anaya Acosta le pide a los entes deportivos del Magdalena que lo ayuden para mejorar el boxeo local.

'Me aferré al boxeo como una posibilidad de salir adelante y de demostrar mis condiciones en el deporte. Desde un principio luché por ser de los mejores en el Magdalena, fue una meta que me tracé y que por fortuna laboré. Fueron años maravillosos en el que aprendí mucho y luché por perfeccionar mi estilo en cada uno de los combates', expresó Diosmel Anaya.

Llegaron los triunfos

El segundo lugar en San Andrés fue el impulso del pugilista representativo del departamento para cosechar triunfos en la categoría aficionados.

'Fue el punto de partida para esmerarme cada día y entrenar casi sin descanso. El boxeo se convirtió en algo primordial para mi vida y conté con el respaldo de mis entrenamientos, y de esta manera, buscar los triunfos', indicó el exboxeador. Durante ocho año participó en la categoría, logrando tres títulos en los campeonatos nacionales.

'Una época inolvidable para mí en la que dejé todo dentro de los cuadriláteros para llevarme el primer lugar para el Magdalena. Esto se convirtió en una obsesión. Ser el mejor era la misión mía y por fortuna lo logré en mi categoría durante mi período', agregó Anaya Acosta.

Durante su época dorada, el exboxeador logró captar la atención de los medios regionales y nacionales.

Su primer triunfo a nivel nacional lo logró en el 1988 en Bucaramanga. Disputó el título ante Ulises Mosquera. 'Un combate donde me exigí al máximo para poder lograr la medalla de oro para el Magdalena', dijo.

Su paso de aficionado a profesional se cumplió unos años más tarde en Fundación, Magdalena. Diosmel Anaya se enfrentó al barranquillero Aníbal ‘Suzuki’ Miranda. Por sus movimientos y estilos durante la pelea, al boxeador local lo apoderaron El Camión Anaya.

'De las peleas que me marcaron, ya que el rival era muy reconocido e intentó derrotarme rápidamente pero no pudo conmigo', señaló.

Diosmel de Jesús seguidamente consiguió el título interamericano e iberoamericano, obteniendo un estatus en el boxeo del Magdalena.

'Mi meta siempre fue exponer mi mejor estilo para quedarme con los triunfos en cada combate. El poco apoyo por parte de la dirigencia del Magdalena generó que me apartará del deporte y colgará los guantes, fue un momento difícil pero debía hacerlo por que debía buscar un bienestar para mi familia', aseguró.

Hoy, alejado de los cuadriláteros, el exboxeador se dedica a guía turístico en el sector de El Rodadero.

Sin apoyo de los entes deportivos

Después de dejarse de la vida deportiva activa, Diosmel Anaya Acosta intentó seguir en el boxeo como entrenador pero nunca encontró el respaldo de los entes deportivos del Distrito y el Departamento.

'Mi gran sueño siempre ha sido transmitir mis conocimientos en este deporte pero la propuesta económica es una vergüenza prácticamente, es trabajar gratis, ya que lo que proponen es para los pasajes y con eso no podría subsistir yo y mi familia', sostuvo.

Ante la difícil situación, el expugilista se volcó a las playas de Santa Marta y poco a poco aprendió el oficio de guía turístico. 'Aunque no es mi arte, ha sido un salvavidas para sacar a mis hijos adelante', indicó Anaya Acosta.

Una de las metas del exboxeador cesarense es ser entrenador. 'Quiero que me den la oportunidad de preparar a las nuevas promesas', puntualizó.