Desde 1994 el patinaje de carreras colombiano empezó una ascendente ruta hacia la cumbre mundial, llegó a ella y se ha mantenido a base de esfuerzo, tesón, disciplina y el apoyo de la empresa privada.
Medallas de oro fueron llegando cada año y Colombia construía una gran historia, peleando ante los otrora todopoderosos Estados Unidos, Italia y Francia. Primero una, luego algunas y después varias, muchas, gracias a un trabajo dedicado de directivos, cuerpo técnico y deportistas.
Este año, el Mundial de Velocidad será en Rosario, Argentina, a partir de mañana, y Colombia va a defender el título que obtuvo en Ostende, Bélgica, el año anterior.
El cartagenero Elías Del Valle, técnico nacional que ha liderado todo este proceso triunfal, habló con EL HERALDO de sus expectativas y retos para esta nueva cita orbital del patinaje nacional.
¿Colombia es hoy la referencia del patinaje de carreras?
Creo que sí. Hace algunos años nosotros íbamos a mirar qué hacían los demás para mejorar. Hoy los europeos, asiáticos y americanos vienen a mirar qué hace Colombia para estar arriba. Hemos trabajado mucho la parte mental de los deportistas, que se acostumbren a estar arriba, en el podio, y no abajo, pero manteniendo los valores y la actitud de ellos frente a los rivales, respetándolos.
Cada vez que hay un Mundial, a usted se le nota algo de presión porque debe igualar o mejorar lo hecho. ¿Cómo se preparan para eso?
Yo cada año me pongo el desafío personal de ser mejor con el grupo, de conseguir mejorar cosas que el año anterior. Ese es el compromiso con la Federación y conmigo mismo, igualar o superar lo hecho en el mundial anterior. Soy tranquilo y paciente ante las cosas, muy estudioso porque cada año hay que aprender e implementar cosas nuevas, aspectos diferentes, los países se preparan mejor, absorben mucho de Colombia para aprender, cada vez toca ser mejores.
¿Cómo define a el equipo que va a Argentina?
Como un equipo renovado. Muchas de esas figuras que nos dieron muchos títulos mundiales ya no están en la selección porque han cumplido un ciclo, no por su calidad. Y llega una camada joven de la categoría juvenil que sube a mayores. Hay renovación en cuanto a cargas, porque los que llegan no tienen el trabajo de aquellos que esta vez no están.
¿Qué se trabajó para que a los juveniles no les cueste el paso a mayores?
Inyectarles cargas, adaptación a la altitud y a trabajos físicos más exigentes. Eso se hizo en los campamentos previos. La mayoría de los atletas nuevos son fondistas, porque en velocistas ves a Pedro Causil y Andrés Felipe Muñoz que ya tienen mucha experiencia. En mayores damas pasa algo similar, porque en velocistas está Jersy Puello y Elizabeth Arnedo, y en fondo Jenny Paola Serrano y Carolina Upegui; las demás vienen de juveniles. Está equilibrado me parece.
¿Hay equilibrio entre los deportistas o se notan muchas diferencias?
Claro que los de experiencia tienen un plus, sería la única diferencia, pero es homogéneo el grupo. En varones los velocistas están equilibrados y en fondo quizá marca diferencia Alex Cujavante.
¿Por qué siempre buscan que los títulos queden repartidos entre todos los deportistas?
Esa es mi filosofía desde que llegué a la Selección Colombia. Nos gusta mostrarle al mundo el trabajo de equipo, el compañerismo y no entrar en ese pecado capital de otros de que hay un poderoso que gana todo y que mira por encima a todos y es envidioso. Acá eso está prohibido. Eso son valores que se le enseñan al grupo no sólo para su formación deportiva, sino de vida.