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Siempre ha sido polémico. Habla sin ‘pelos en la lengua’, sin tapujos. Álvaro González Alzate, presidente de Difútbol y vicepresidente de la Federación Colombiana de Fútbol, volvió a poner el dedo en la llaga y cuestionó la situación actual del arbitraje colombiano, del que aseguró necesita una reingeniería total, porque 'hoy es un verdadero caos'.

En diálogo con EL HERALDO, González se despachó contra la Comisión Arbitral, de la que dijo debe cambiarse casi en su totalidad, del desorden administrativo que hay en el arbitraje nacional y la poca preparación de los jueces y de cómo ha caído el nivel de los silbatos criollos, lo que les ha hecho perder credibilidad en el concierto internacional.

¿Cree que aún en los clubes fútbol colombiano se mueven dineros de dudosa procedencia?

 Ha habido varias etapas en ese tema del manejo del fútbol, en la parte administrativa, técnica y arbitral, especialmente en el arbitraje. Se han dado cosas muy oscuras, se han tocado debates muy extremos, se han asumido posiciones muy fuertes, se han tenido dificultades en todos los aspectos, incluido el personal, ha habido problemas de inseguridad. En este tiempo, especialmente en los últimos 28 años, el tema ha sido muy duro, y se ha decantado, se ha depurado, pero yo no podría meter las manos al fuego y decir que esto está saneado 100 por ciento. Todavía quedan rezagos, lamentablemente. Y rezagos por revisar.

¿Tiene dudas sobre algún equipo?

Hay problemitas que necesitan ser revisados. Pero precisamente en el Comité Ejecutivo de la Federación en diciembre pasado, solicité que se me permitiera hacer una revisión de todas las organizaciones arbitrales que han solicitado el aval a la Federación para poder cumplir sus objetivos, al igual que pedí una revisión de la Comisión Nacional Arbitral actual. Vamos en estos dos o tres meses a meter ánimo y corazón al arbitraje colombiano, a ver qué cositas malas han aparecido en los últimos 10 años.

Usted ha sido crítico duro del arbitraje nacional. ¿Cómo cree que está el arbitraje colombiano en estos momentos?

Yo diría que hay un desorden generalizado, una anarquía total en el arbitraje colombiano, lo vengo hablando desde hace mucho tiempo. No hay unas asociaciones arbitrales serias, hay departamentos pequeños de no más de 500 mil habitantes y tienen tres o cuatro colegios de árbitros y eso me parece increíble. Los árbitros se han dividido, las diferentes organizaciones se han polarizado, los líderes han asumido un manejo personal de ese problema, y eso ha menoscabado el nivel técnico del arbitraje colombiano, lo que lógicamente afecta la realización de los eventos. Vamos a meterle el diente unos tres meses a eso a ver qué se encuentra y qué hay que corregir.

¿Cambiar directivos de la Comisión también sería una posible solución?

Yo soy partidario de que se cambie en un 85 por ciento la Comisión Nacional Arbitral, de que haya unos cambios sustanciales allí y así lo he propuesto a la Federación.

¿Qué cosas ha encontrado en el arbitraje que no le han gustado?

Hay detalles que vale la pena que analicemos. Que revisemos. Como le dije, la anarquía, no hay integración seria de organizaciones arbitrales. Hay un desgreño administrativo, hay desbandada de capacidades y líderes. Muchos de ellos se van cuando hay medidas disciplinarias contra ellos, o correctivos, lo que hacen es retirarse y crear otro colegio de árbitros, otra organización. Y lamentablemente la Comisión Arbitral, en desbandada también, pues no le interesa que haya una organización arbitral sino un árbitro dirigiendo un partido, no importa de dónde salga. Eso no pude ser así ni puede continuar así. Por eso le propuse a la Federación —y ya se aceptó— que haya una revisión de la Comisión Arbitral actual.

¿Por qué el arbitraje colombiano, que era tan bien ponderado antes a nivel internacional, ha caído tanto?

 Por lo que le dije anteriormente y porque es un caos, hay una desbandada total, no hay revisión técnica, no hay análisis físico, no hay análisis teórico, simplemente venga y diríjame un partido, no importa de dónde sale ese juez. Y lógicamente, como no hay un orden, ni hay una disciplina, ni hay quién oriente ni organice, hay una desbandada total y cada uno cumple voluntariamente y por sus propios medios con lo que debe cumplir. De ahí que Colombia, en el concierto suramericano, cayó a los últimos lugares. Perdimos todo. Antes éramos de los tres primeros en el arbitraje y hoy ni siquiera estamos de octavos.

¿Cómo ve la situación del fútbol femenino en nuestro país?

Ha faltado apoyo por parte de todas las organizaciones para el desarrollo del fútbol femenino en Colombia. La Difútbol es la única que hace torneos nacionales en tres categorías. He tratado de hacer un torneo de clubes, pero para eso se necesita plata. A mí me da pesar con estas niñas que se esfuerzan tanto, no poderles dar algo mejor. Y me duele porque veo el nivel de Sudamérica, donde todos tienen Liga, y somos de los mejores sin Liga.