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Las Vegas. Todo el mundo sabe que Manny Pacquiao tendrá que saltar al ensogado a presionar a Floyd Mayweather si quiere ganarle, establecer el plan de pelea antes que el afroamericano imponga el suyo que consta de muy pocos golpes espectaculares, un plan defensivo que por momentos aburre a muchos, pero que cosecha la admiración de los puristas de las narices chatas.

¿Cómo hará el filipino para abrir esa rígida defensa?

‘Pac-Man’ tendrá que salir a buscarlo, tiene en su haber la velocidad de manos y piernas necesarias para franquear el sistema de defensa de Floyd.

Sin embargo, el doble campeón de la AMB y CMB, Mayweather, es un ágil contragolpeador que podría aprovechar muy bien la guardia baja del filipino cuando tira sus golpes abriendo mucho la defensa que para un hombre también rápido como Floyd le pueda marcar los puntos necesarios para ganarle un asalto tras otro.

Lo que se juega el boxeo. Se juega mucha de su inmediata suerte. Si el público está pagando toneladas de dinero por los souvenires, por verlos en el pesaje, por verlos en televisión y por presenciar el choque en vivo, de seguro espera algo demasiado bueno, inolvidable, que dé de qué hablar en la primera semana y el resto de los tiempos.

De lo contrario, tendrán que ir pensando, al final de la pelea, qué se inventarán, a quién pondrán a pelear y en dónde, para sacar al boxeo del fango en el que quedará sumido si la decepción es la estela que deja la velada.