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Mientras Olga Salas González realizaba los movimientos normales de una karateca, su hijo comenzaba a formarse en su vientre. Su entrenamiento era el mismo, nunca sintió molestia alguna y tampoco subió de peso. 'Cuando estaba preparándome para un Mundial en Brasil tenía tres meses de embarazo y no sabía, entrenaba sin saberlo. Fue un embarazo extraño, no subí de talla, de repente me hicieron una ecografía y ahí estuvo la sorpresa. Pero la verdad nunca tuve molestias mientras entrenaba', cuenta Olga aún asombrada.

Su hijo, Jasson Betanacourt, ya tiene 14 años, decidió seguir sus pasos y se forma como judoca. Olga cree que el deporte le dio las bases para criar a su retoño, por eso con firmeza asegura que todas las madres deberían practicar un deporte. 'El deporte me ha dado muchas herramientas para ser una buena mamá. Ojalá todas las madres estén vinculadas al deporte', agrega esta espigada mujer que también practica boxeo.

Jasson ya eligió el regalo para Olga en este Día de las Madres. Cómo no consentirla en esta fecha, si ella siempre ha estado ahí apoyándolo cada vez que sale a competir. 'Le regalaré muchos besitos, ella es muy consentida, más que una mamá es una amiga. Me apoya mucho en todo lo que hago. He pasado por muchos deportes y ella siempre ha estado ahí dándome ánimo', sostiene Jasson mientras sonríe.

A Olga le tocó escoger entre su crecimiento como karateca y la formación de su hijo. Asegura que eligió la mejor opción, después el deporte la recompensó por ser una mamá aplicada. En un día como el de hoy no quiere rosas, chocolates o cualquier otro regalo material, lo que más la pone feliz es estar cerca de su hijo, ese que desde los primeros meses comenzó a darle patadas de karateca en su vientre.