Concepción, Chile. Infracciones al por mayor, ojos desencajados, manoseos inaceptables, insultos a árbitros y jueces de línea.
La crispación de los jugadores, incluso de figuras consagradas, acostumbradas a la tensión de la alta competencia, ha sido una de las constantes de la Copa América.
Dos de los grandes astros del torneo, el brasileño Neymar y el uruguayo Edinson Cavani, quedaron afuera de la justa como consecuencia de su descontrol. Lionel Messi, Sergio Agüero y Javier Mascherano podrían perderse la final, si Argentina avanza a esa instancia y ven una nueva tarjeta amarilla en las semifinales frente a Paraguay.
La misma situación enfrentan tres chilenos, incluido su jugador más creativo Jorge Valdivia y el lateral Mauricio Isla, autor del gol ante Uruguay que puso a Chile en las semifinales contra Perú. Perú tiene cuatro jugadores con una amarilla y Paraguay tres.
Todas estas amonestaciones se produjeron en los cuartos de final, ya que en la fase final del torneo no se toman en cuenta las que arrastraban de la primera ronda.
La explicación más común para el descontrol de los jugadores es un cóctel letal bastante problemático y podría obligar a replantearse muchas cosas en Sudamérica: la impresión generalizada es que los jugadores pierden la compostura por el juego recio de las defensas, combinado con la permisividad y los errores de los árbitros.
'Vamos a tener que cambiar de actitud', advirtió el domingo Alberto Lozada, miembro del tribunal disciplinario de la Conmebol que suspendió por tres partidos al zaguero chileno Gonzalo Jara por meter un dedo en el trasero de Cavani durante un partido por los cuartos de final.
El árbitro Sandro Ricci no vio esa provocación, pero sí el leve manotazo que Cavani lanzó al chileno y que pareció ni siquiera conectar. Jara se tiró al suelo como si estuviese lastimado, y el jugador uruguayo vio su segunda amarilla y fue expulsado.
'Esa actitud (el dedazo) no hubiese pasado a mayor, porque ellos (los jugadores) se palpan normalmente, si no se hubiese caído sin motivo', agregó Lozada. 'Engañó al árbitro, ese engaño es mucho más que haberlo palpado'.
'Tenemos que ser mejor... hay una corriente de cambiar, entonces vamos', apuntó.
Agüero, amonestado por el mexicano Roberto García por quejarse en el partido por cuartos contra Colombia, que pegó mucho, se mostró incrédulo por algo que le dijo el silbato. 'El árbitro nos dijo, 'Esto es América, chicos'. No entiendo, parece que en Sudamérica es otro el fútbol'.
Las fallas arbitrales incluyeron un penal dudoso por una falta contra Arturo Vidal que abrió las puertas el primer gol de Chile en la competencia, ante Ecuador (el árbitro fue Néstor Pitana, argentino); el silbato uruguayo Andrés Cunha ignoró un pisotón en el tobillo y golpe en la cara del colombiano Edwin Valencia al venezolano Ronald Vargas, que sangró por la agresión; anulación de un gol de Alexis Sánchez por una posición adelantada inexistente en el partido que Chile igualó 3-3 con México (Víctor Carillo, peruano) y una roja directa al venezolano Fernando Amorebieta por lo que pareció un pisotón sin intención al peruano Paolo Guerrero (Raúl Orosco, boliviano).
'No pido que nos den, pero que al menos no nos quiten', declaró el técnico venezolano Noel Sanvicente después de ese partido.
Las reacciones inaceptables de Neymar y Cavani, que condujeron a su marginación del torneo, fueron producto en parte de las faltas que recibían, sobre todo el caso de Neymar en la fase de grupos ante Colombia (árbitro Enrique Osses, Chile), y de decisiones arbitrales erradas.
En el caso de Neymar, que al igual que Messi había sido frenado sistemáticamente con infracciones, todo comenzó con una falta cobrada en su contra por una mano que probablemente no haya sido intencional.
'La pelota me pegó en la mano sin intención y recibo una amarilla', expresó Neymar. 'Ponen árbitros flojos y pasan estas cosas'.
Desencajado tras el silbatazo final, Neymar pegó un pelotazo al colombiano Pablo Armero, encaró a Jeison Murillo y Carlos Bacca, y esperó a Osses en el túnel del estadio para insultarlo. Fue sancionado cuatro partidos y se perdió el resto del campeonato, en el que Brasil fue eliminado el sábado en cuartos de final.
'Cuando se habla mucho del árbitro en un partido, algo no salió bien', comentó el técnico brasileño Dunga después de ese encuentro frente a Colombia por la segunda fecha del Grupo C. 'Todo lo que pasó hoy durante el partido, y principalmente al final, tiene mucho que ver con el árbitro'.
El derrumbe emocional de Cavani, por su parte, empezó con un encontronazo con el chileno Vidal frente a un juez de línea. El árbitro le cobró una falta al uruguayo y generó una fuerte reacción de Cavani contra el juez de línea. La consiguiente amonestación contribuyó a enturbiar un partido duro, en el que los uruguayos pegaron bastante.
El episodio que derivó en el descontrol total de Cavani y su expulsión fue por el gesto antideportivo de Jara.
El equipo uruguayo entero se le fue encima de Ricci y varios jugadores empujaron e insultaron a los jueces. El propio técnico uruguayo Oscar Tabárez fue expulsado. La federación uruguaya denunció a Jara ante la Conmebol, lo mismo que hizo su contraparte chilena, acusando a los uruguayos por las agresiones a los árbitros.
'No nos tiene que preocupar lo que hace el rival sino los árbitros', declaró el técnico de Argentina Gerardo Martino tras el incidente de Jara. 'Nos preocupan los árbitros porque imparten justicia. Deben hacer lo que les corresponde, independientemente de cuánta gente haya y quiénes son locales'.
'Fue un partido de muchas faltas fuertes, en la mayoría de los casos no castigadas. Lo que pasó con Cavani no debe quedar en el pasado, es un tema que hay que revisar y encima su reacción es mínima. Me pareció un hecho lamentable, sobre todo por lo que había pasado Cavani en la semana', expresó el 'Tata', en alusión al arresto del padre del delantero por matar a una persona manejando borracho. 'Sacar ventaja de esa situación me parece lamentable'.
'No entiendo a los árbitros', comentó el técnico mexicano Miguel Herrera, quien atribuyó la eliminación de su equipo en la primera ronda a los malos arbitrajes. 'No saben hacer su trabajo y vienen a culpar a los jugadores'.