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Desde su llegada a las Grandes Ligas, Aroldis Chapman impresionó por su velocidad, ya que posee una recta temible que pasa fácilmente las 100 millas. Recuerdo que lo vi lanzar con la camiseta de Cuba en varios torneos internacionales y era intimidante, por lo cual le colocaron el apodo 'El Misil Cubano'. El 11 de enero del 2010 fue firmado por los Rojos de Cincinnati, quienes lo llevaron a las mayores el 31 de agosto del mismo año.

Su carrera ha sido exitosa. En el 2012 asistió a su primer juego de estrellas, y a partir de ese momento ha estado presente en el clásico de mitad de año. Pero el de mayor recordación será el de este año, cuando junto a Yasmani Grandal, conformaron la primera batería (pitcher y cátcher) nacida en la isla de Cuba en la historia de este juego, lo que le dio un toque de cierre con sabor cubano.  

Se abría la parte alta del noveno, y la pantalla gigante del Great American Ball Park anunciaba con una foto a todo color, el ingreso del espigado zurdo nacido hace 27 años en la provincia de Holguín. El público le dio una calurosa bienvenida con un cerrado aplauso, al cerrador del equipo de casa. Todos estaban esperando la terrorífica recta que ha causado estragos en los bateadores rivales, hasta el punto que ha ponchado a 495 en 290 episodios en su carrera.

Chapman, encontraba como receptor a su compatriota Yasmani Grandal, quien llegó con diez años a los Estados Unidos, procedente de la Habana. 'Fue una conexión bastante buena, nos llevamos bastante bien. Jugamos un tiempo en spring training cuando estaba con nosotros en Cincinnati y tenemos buena comunicación', comentó el cerrador de los Rojos sobre Grandal.

La pareja cubana. La primera ‘víctima’ fue el utility de Boston Brock Holt, luego el emergente Mike Moustakas de Kansas y cerró con el inicialista de los Yankees Mark Teixeira. Todos se tomaron un delicioso y humeante café cubano, es decir, se poncharon tirándole al tercer strike. 'Estuve muy feliz' expresa el verdugo de turno, al tiempo que su rostro se ilumina, sus ojos brillan y mira hacia el horizonte evocando ese momento. 'Los fanáticos se pusieron de pie… todo el mundo arriba haciendo bulla y eso me dio mucha alegría y más que logré un ponche'.

Los bateadores saben que va a venir por ellos con una recta, lógico, es su mejor pitcheo, pero sin embargo no la pueden conectar con facilidad. 'Mi recta es con un agarre de cuatro costuras, algunas veces cambio y la tiro con dos costuras, pero la mayoría de las veces es de cuatro y cuando tiro de dos costuras se mueve y se mueve bastante'.

Chapman utilizó catorce lanzamientos esa noche histórica para recetar los tres ponches, de los cuales, uno fue a 98 millas; uno a 99; tres a 100; tres a 101; cuatro a 102 y dos a 103. ¡Impresionante! 'Trabajo bastante fuerte, creo que a raíz de eso he podido mantener mi velocidad', apunta el zurdo.

Grandal lo elogia. Grandal, cátcher de los Dodgers de los Angeles, tuvo su primera presentación en este juego, viviendo una experiencia inolvidable. 'Obviamente fue algo muy excitante. Me gustar estar allá atrás, especialmente cuando un pitcher está tirando duro y fue todo lo que pensé. Aroldis tira una recta de cuatro costuras y los bateadores no se la ven mucho', comentó emocionado. 'La última vez que le recibí fue hace tres o cuatro años cuando estaba en Cincinnati, pero el pasado martes fue mucho más fácil', agrega.

El cerrador de los Rojos, registra tres episodios lanzados en juego de estrellas sin permitir hits, ponchando a cinco bateadores y concediendo dos bases por bolas, mientras que en temporada regular, suma 131 salvamentos.

La aterradora recta de Aroldis Chapman ha dejado historia en las Grandes Ligas, como la de mayor velocidad lanzada por un pitcher: 105 millas el viernes 24 de septiembre de 2010 ante Tony Gwiynn Jr de los Padres de San Diego. 'Yo no vi la bola hasta que estaba detrás de mí', dijo Gwynn Jr después del juego. 'Estaba tratando de no mirar la lectura del radar, porque no quería intimidarme. Vi lo duro que estaba lanzando y sólo traté de hacer el trabajo con mis manos'. El lanzamiento fue en la esquina de adentro.

Coincidencia o no, el próximo año el Petco Park de San Diego será la sede del Juego de Estrellas y desde ya muchos se preguntan ¿Estará Chapman allí? ¿Se repetirá la historia? ¿Volverá a lanzar 105 millas?