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No hay rival más fuerte que uno mismo. En el longboarding el reto es vencer el miedo. En cada derrape o en cada zigzag (slalom), la adrenalina aumenta y las velocidades alteran los 70 kilómetros por hora. Seducir a los jueces con cada truco es la finalidad de este deporte que concentra un auge relevante en Barranquilla.

'Sin rodilleras, cascos y guantes no hay longboard', dice la campaña que organizan los competidores en el Atlántico. Aunque el peligro siempre será un invitado más en cada descenso, el Club de Caza y Tiro de Puerto Colombia, alquila, cuando es necesario, sus instalaciones para que la práctica de este deporte se haga bajo extrema seguridad. El costo, según uno de los organizadores, es de 600 mil pesos.

'El deporte como tal es divertirse, uno compite contra uno mismo. A ti te dan una bajada, califican la velocidad, como le entras a la curva, mayor cantidad de trucos. Si tienes buena postura y si tu estabilidad es buena, tendrás altas posibilidades de ganar un certamen, pero la idea principal es pasar un rato agradable entre hermanos', señala Jaime Ortiz Villarreal, practicante de este deporte callejero.

La ‘sintonía’ entre el rider (competidor) hacia su patineta no puede ser efímera, es constante y se convierte casi que en el mejor amigo. Las tablas son más pesadas que las de skate y según el estilo de cada participante, varía entre 32.5 pulgadas hasta 40.

Barranquilla y Santa Marta son las ciudades pioneras en la Costa. Poco a poco el número de participantes ha crecido, según Ortiz Villarreal, porque se ha fomentado una cultura en torno a este deporte de adrenalina pura. 'Queremos tener una pista acorde a las exigencias. Cali tiene un circuito llamado La Leonera, válido para el deporte. En Pereira se realiza la competencia de los Abuelos DH, reconocida en el país, pero queremos más reconocimiento para la Costa'.

¿Solo para hombres? No. Las mujeres también se le miden al asunto. En Barranquilla hay un club llamado Longboard Girls Crew y también desafían el peligro. Aparte del team de chicas, se destacan Longboard Colombia, Quilla Long, Barranquilla Rolling y Barranquilong, este último fue el primero en salir a las calles.

La edad tampoco importa, hay corredores desde los cinco o seis años y también se ven los masters, adultos entre los 40 y 50 años que todavía vibran en la patineta. 'Sentir el viento sobre mi rostro, levantarme de cada caída y volver a empezar, es lo que me apasiona del longboard', comentaba uno de los participantes en el certamen de slide jam realizado el pasado mes en Puerto Colombia, en homenaje a Mario Rodríguez Jaraba, longboarder que perdió la vida en un accidente mientras patinaba.

Los longboarders o riders en Barranquilla no quieren que los miren como unos desenfrenados de la velocidad, solo quieren constituir el deporte, así como lo es en países desarrollados como Estados Unidos o Australia, donde ellos hacen parte del paisaje de un país.

Escenarios como el del Club de Caza y Tiro de Puerto Colombia, además de darle una identidad al longboarding, persevera la vida de sus practicantes.

Murió en la ‘pista’

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En marzo de este año el barranquillero Mario Rodríguez Jaraba perdió la vida en la carretera entre los municipios Tubará y Juan de Acosta, en un accidente con una furgoneta. Rodríguez tenía 25 años y era realizador audiovisual.

Movimientos básicos

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Equipo de protección

Casco: Para proteger al deportista de fracturas de cráneo o graves lesiones cerebrales se emplean cascos Brainsaver, los cuales son multiimpacto, también se destacan por su comodidad y almohadillas en su interior.

Gafas: Cuando las velocidades alcanzan los 70 kilómetros por hora y el viento se hace fuerte es necesario mantener a visibilidad, ya que muchas veces la práctica de este deporte se hace en lugares con mucho polvo.

Guantes: Concebidos para aportar una protección óptima en las manos durante la práctica del longboard en descenso. Son importantes ya que se alcanza a tocar la superficie de asfalto o cemento.

Rodilleras: Las caídas tienden a ser una constante, por eso las rodilleras son fundamentales. El material es de polímero, tiene un sistema de protección con alta tecnología. Deben ser flexibles y ligeras.

Zapatos: Los zapatos de skate son perfectos, pero en realidad, cualquier calzado con suela lisa servirá para el uso de este deporte. La idea es tener unos zapatos que se adapten a la patineta para mayor ajuste y equilibrio.

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