El piloto de la IndyCar, Justin Wilson, se encontraba este domingo en coma y en estado crítico tras ser golpeado en la cabeza por una gran pieza que se desprendió de un automóvil durante la carrera realizada en la pista de Pocono.
Los dirigentes de la IndyCar informaron que el piloto se somete a una evaluación más profunda en el Lehigh Valley Health Network Cedar Crest Hospital, ubicado en la localidad de Allentown.
La autoparte se desprendió del bólido de Sage Karam, que dio un giro y chocó contra un muro de contención. El auto de Wilson viró a la izquierda y se estrelló directamente contra la pared.
De inmediato, las cuadrillas de seguridad rodearon el vehículo de Wilson, quien fue llevado en helicóptero al hospital.
'Esto es muy duro', expresó Michael Andretti, el dueño de la escudería para la que corren Wilson y Ryan Hunter-Reay, quien terminó ganando la carrera. 'Enviamos nuestras reflexiones y plegarias a Justin. Vamos a ver. Ojalá que esté bien'.
Tras el accidente, los organizadores de la carrera decidieron moderar el festejo al final. Por ejemplo, no se dejó caer el confeti tradicional sobre Hunter-Reay.
El piloto estadounidense dijo que no pensaba en su triunfo, sino en Wilson, un piloto muy popular entre sus compañeros, quien suele pronunciarse en nombre de sus compañeros sobre temas de seguridad.
'Todo lo que sabemos es que él estaba inconsciente. No respondía y se lo llevaron por aire', indicó Hunter-Reay. 'Todo está muy mal. Estoy muy preocupado en este momento'.
El choque fue un crudo recordatorio de los peligros que implican las carreras en esta categoría. Dan Wheldon, ganador de las 500 Millas de Indianápolis, falleció en 2011, luego que su auto se vio involucrado en un aparatoso accidente, en el que 15 vehículos colisionaron y varios se incendiaron.
El bólido de Wheldon voló por encima de otro vehículo y cayó en la alambrada de la pista en Las Vegas. La cabeza del piloto golpeó contra un poste de la cerca, y el deceso ocurrió de forma instantánea.
Aquella fue la última muerte en una categoría en la que han fallecido también pilotos como Scott Brayton (1996), Tony Renna (2003) y Paul Dana (2006).
La esposa de Wilson, Julia, estaba en camino a Pensilvania desde su casa en Colorado.
Después del accidente, se reanudó la carrera, con siete vueltas faltantes, y Hunter-Reay se llevó la victoria. Rebasó al colombiano Juan Pablo Montoya y a Takuma Sato. Luego, hizo una maniobra arriesgada para dejar atrás al colombiano Gabby Chaves y tomar la punta, con cinco vueltas faltantes.
Después, Chaves tuvo un aparente problema de motor, lo que derivó en que se izara la bandera amarilla, a tres vueltas de la conclusión. La bandera no alcanzó a arriarse antes de que concluyera la carrera.
Josef Newgarden se ubicó segundo. El tercer puesto fue para Montoya, el líder actual del campeonato.