Un cáncer noqueó, el domingo por la noche, la vida del ex campeón mundial supergallo de la AMB Ricardo Cardona, el mismo que se convirtió en ídolo aquel 7 de mayo de 1978 cuando su estilo exquisito mandó a la lona, en el duodécimo asalto, al coreano Soo-Hwan Hong. Cardona peleó en territorio asiático y por poco sale linchado por el público que se oponía a su victoria. Anécdota que rememoraba entre risas, lógicamente, décadas después.
Así fue como el nacido en San Basilio de Palenque, en 1952, alcanzó el tercer título ecuménico para el país siguiendo los pasos de Antonio Cervantes ‘Kid Pambelé’ y Rodrigo Valdés.
Cuando se interroga por cómo era Ricardo Cardona, fuera y dentro del ring, las hojas quedan faltando para poder escribir. Jorge Humberto Klee, hoy miembro vitalicio de la Asociación Mundial de Boxeo, estrechó una amistad con Cardona porque gracias a él, casi 30 años después, el palenquero pudo obtener el fajín. Sí, Ricardo Cardona fue por mucho tiempo, un ‘rey sin corona’. 'El cinturón se perdió cuando la gente, de forma airada, protestaba en Corea del Sur. Por muchos años se intentó darle el cinturón a Cardona, pero fue ya en 2007 cuando se lo entregué en un acto realizado en el Hotel El Prado. Le tocó un fajín de los nuevos, en aquella época no eran tan grandes ni tan bonitos', destaca Klee.
'Fue siempre un ser humano alegre, carismático y se preocupaba mucho por su hermano Prudencio (ex campeón mundial mosca en 1982) porque al final de su carrera no estaba muy bien, y Ricardo, viviendo en Villa Tarel, me pidió que le quitara la licencia a su hermano porque lo estaban utilizando de trampolín para otros púgiles en Estados Unidos y físicamente no estaba bien. Después pudimos lograr que Prudencio se viniera. Ricardo le tenía mucho amor a su familia y a su hermano, a quien cuidó y abogó por él para que tuviera su pensión', recuerda Klee.
Hoy será el sepelio
Ayer la velación del cuerpo de quien fue campeón mundial supergallo estuvo tan concurrida que la funeraria Medellín se quedó pequeña y sus restos fueron trasladados al Coliseo Elías Chegwin.
Personalidades del deporte de las ‘narices chatas’ como Mario Miranda y Álvaro Mercado despidieron ayer a su amigo. Hoy llegará de Cartagena su hermano Prudencio, que sufre de párkinson y alzhéimer, para darle el último adiós y decirle, junto a sus amigos, ¡hasta siempre, campeón!